Once: Mary la embarazada adolescente

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3 de marzo de 1994.

Aún no conocía a Sergio:

Estas embarazada, eran las palabras que no paraban de sonar en la cabeza de Mary, embarazada ¿Cómo había ocurrido? Ella realmente sabia como había ocurrido, pero ella pensaba que Milo no podía tener hijos, tal como él le había asegurado, Mary iba a tener un bebé a los veinte, iba a ser una pésima madre, ella sabía que era ser hijo de una madre adolescente, muchas de sus amigas lo habían sido. Eso no era lo que importaba ahora ¿Qué demonios iba a decir su madre ahora? La mataría, su madre había quedado embarazada de ella cuando tenía treinta y siete años, porque no aprobaba los embarazos precoces, y precoz para su madre eran los treinta, entonces para su madre ella que no tenía ni veinte en edad mental -Y no se estaba diciendo retrasada-, ella ¡su hija! Iba a ser un demonio. Estaba sola en esto, Milo no se iba a ser cargo de su bebé ni aunque se comprobara mil veces que era hijo suyo.

Mientras caminaba por las calles oscuras de camino a casa, lo único que sentía era miedo, un miedo profundo que le hacía la tarea de respirar difícil, aunque sonara la cosa más estúpida del mundo, realmente su respiración era lenta y forzada. La lluvia era mínima, el frío era inminente, siguió y siguió en el camino a casa, con una punzada en el corazón entro a su casa, pasando por el largo jardín, para llegar a la puerta y abrirla de golpe y descaradamente decir fuertemente como para que su madre y sus amigas, las viejas chismosas, gordas y feas, escucharan

-Estoy embarazada.

Cartas Asesinas (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora