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"Centro comercial"
Abrí los ojos con pereza, el sol reflejaba justo en mi espacio de la cama. — Maldito sol. — Me levanté y cerré las cortinas de la terraza con un poco de molestia.
Al voltear a la cama de nuevo no miré a Samantha, extrañamente eso hizo que sintiera un pequeño dolor en el pecho... No quería hacerme especulaciones falsas, Samantha estaba viviendo conmigo y anoche me dijo que me amaba... No podía suceder algo malo...
Me coloqué una hoodie larga y mi ropa interior, salí de la habitación y bajé las escaleras con algo de rapidez hasta llegar a la cocina, donde estaba escuchando ruido. Al entrar la miré, estaba de espaldas y cocinando algo, así que decidí acercarme abrazándola por la espalda.
— Hey, hola. — Dijo con una sonrisa recostando su cabeza en mi hombro.
— Hola, buenos días... — Sonreí levemente.
Besó mi mejilla con gentileza y decidí ayudarla, minutos después ya estábamos desayunando mientras reíamos, hasta que preferí hablar de un tema un poco serio.
— Samy... Sobre lo que pasó anoche... — Susurré jugando con el borde de mi hoodie por debajo de la mesa.
— Está bien, todo pasó rápido, y tengo que admitir que yo fui la que comenzó con toda esa situación... — Sus mejillas se tornaron levemente de un color rojizo. Solté una leve risa y besé su mejilla. El hecho de que me haya contestado eso, me hacía pensar que en verdad me podía llegar a amar y ver como una pareja...
— ¿Podemos ir al cine hoy?, tengo mucha emoción de ver nuevamente Coraline y la puerta secreta en pantalla grande, y acaban de volver a ponerla en taquilla. — Dije con cierto toque de entusiasmo.
— Claro, no hay problema. — Ella sonrió asintiendo. Tomó su celular rápidamente y se levantó de la silla, yo la miré extrañada.
— ¿Pasa algo? — Pregunté.
— No, no, no, no pasa nada, todo bien, voy a hacer una llamada rápida y vuelvo, ¿Sí? — Asentí con el entrecejo fruncido.
Dejó un beso en mi cabeza y salió corriendo hacia el patio trasero. Mi toque de curiosidad era grande, pero mi sentimiento de no ir era mayor...
— No, _____, no es de tu incumbencia... — Me convencí a mí misma y seguí desayunando viendo algunos vídeos.
[...]
— ¡Estoy muy emocionada! — Dije sonriendo con felicidad. — Coraline es una de mis películas favoritas, y el hecho de que pueda volver a verla en un cine me hace mucha ilusión.