Volumen 6: Remuneración Acto 2

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—Matar a una deidad es problemático, hay que buscar el ídolo con el que sustraen el ego de sus creyentes y después destruirlo, matar a los creyentes es mucho más rápido —Expone...

—Tu... eres el de los rumores, eres el maldito loco que ha estado cazando dioses de clase intermedia... —Clama la deidad, antes de recibir una patada en el rostro.

—¿Cazar?, ¿no te estas sobreestimando un poco? —espeta —Simplemente piso las hormigas que me encuentro mientras trabajo, lo que me recuerda...

Tras esas palabras el hombre de negro camina hacia las cenizas del patíbulo, lugar donde una luz azul se hace presente, mientras que el cuerpo de la joven princesa empieza a elevarse en el aire.

Sus ropas quemadas por las llamas empiezan a desintegrarse y ser cambiados por un uniforme militar oscuro similar al de aquel hombre.

—Identifícate... —Clama el hombre, ocasionando que la joven abriese los ojos y mostrase una postura firme.

—Efigie de comando numero 77788548272-22 —Exclama la joven en un tono férreo.

—No, dime tu nombre real — espeta el hombre.

—Silvia Drake, su excelencia... —responde.

—Silvia, tu primera misión, elimina a los que quedan...

—¡Heil Gottestöter! —Tras esas palabras en las manos de la joven se manifiesta un rifle de ráfagas automático.

Sin más que decir el hombre de negro procedió a sentarse en algunos de los escombros, mientras revisa su ventana del sistema, al tiempo que la joven con una mirada carente de piedad, se acerca al dios y a los reyes.

—Silvia, no hagas esto... —Exclama el viejo rey —¿Acaso no te di todo en este mundo?

Tras esas palabras la joven sin gesto o titubeo abre fuego contra los presentes, al mismo tiempo que el hombre de negro, ve con desagrado las notificaciones del sistema.

—"Ese mocoso, enserio hizo que lo mataran, no..., si realmente estuviese muerto, la reacción de Grayman seria distinta, esa bruja nos está ocultando algo..." —Medita el hombre de negro.

Tras esas palabras el manifiesta una nueva ventana del sistema, una donde se podían visualizar los últimos momentos del joven Milfiore, mostrando desde su llegada al país del sol, la ciudad de bastos, las armas de fuego, su duelo contra Basara y finalmente su entrada en las ruinas.

—Interesante, creo que puedo sacar algo bueno de esto... —Clama el hombre quien procede a abrir una nueva ventana...

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[Aviso: has entrado en una sala privada...]

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["¿No sé de qué me sorprendo?, al final siempre han buscado su propio beneficio"]

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—Yo lo hare... —Clama el hombre.

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[¿tu?, preferiría consumir la poca plausibilidad que me queda antes de dejar esto en tus manos...]

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—¿Realmente puedes darte ese lujo...? —Espeta con una sonrisa llena de malicia —Estas muy cerca de tener lo que quieres, ¿Qué más da hacer un pacto con el diablo en este punto? Tic tac, el tiempo corre...

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[ ". . . ."]

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—"Esta indecisa, toquemos una fibra sensible" —Clama internamente —Parece que sobrestime tu lealtad Grayman, al final no eres diferente al resto de nosotros...

El Coleccionista de lo Perturbador (Hana no Zenchō 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora