Sergio se encontraba sentado en una esquina del bullicioso salón de entrenamiento de boxeo, rodeado boxeadores y entrenadores gritando instrucciones.
En medio de todo el caos, él parecía ajeno a todo, absorto en su papel y lápiz, trazando líneas con delicadeza y precisión en su bloc de dibujo.
Su mirada concentrada y tranquila contrastaba con el ambiente agitado que lo rodeaba.
No mostraba ni rastro de interés en la intensa actividad que se desarrollaba a su alrededor, como si estuviera en su propio mundo donde solo existían él.
Pero fue interrumpido con un vallvuceo que aumento, al levantar la mirada ve a un adolescente de rodillas con Max golpeandolo constantemente.
Hasta que con una patada logra tirar al adolescente de la plataforma mientras los demás aplauden.
Sergio suspira pero sigue dibujando. Hasta que Max aparece frente a el.
— Deberías venir conmigo y entrenar
— No es lo mio — Responde sin voltear a verlo — Además, ya ye tengo para defenderme
Max se inclina y lo besa.
— Bonito alfa — Sergio lo ve en silencio sintiendo sus mejillas arder.
— Ire por comida, tengo hambre
— Enviare a alguien, tu quédate aquí
— No gracias, iré solo, pero gracias, tu sigue entrenando
Sergio se sobresalta cuando Max lo toma del brazo, a si que rápidamente de doblega agachando la mirada.
— Tomaré una ducha y más te vale seguir aquí cuando salga
— Si alfa — Responde sumiso.
Max sonrie y le da un beso rápido para depuesto alejarse mientras Sergio toma asiento.
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Max da vueltas frustrado al no saber donde estaba Sergio, al ver entrar a su padre toma asiento.
— ¿Que te pasa? — Cuestiona Jos tomando asiento a su lado.
— No se que hacer para que Sergio me ame, hago todo para hacerlo feliz pero no es suficiente para el, siempre huye de mi
— Deberías marcarlo de una vez por todas hijo
— Pero no quiero que se a la fuerza
— Has que lo desee cuando este en celo, a si podrás usar la excusa de que el te rogó y tu solo querías complacerlo
—.......Quiero que me de hijos — Exclama frustrado.
— Has que se vuelva un omega
— Prefiero que se quede como un delta, a si todos sabrán que otro alfa es su dueño....necesito que su anillo tenga un rastreador ¿Puedes ayúdame?
— Tu dame el anillo y yo me encargo de todo — Max sonríe.
— Gracias papá
— Lo que sea por ti mi león, y recuerda, no te preocupes, Sergio será tuyo toda tu vida, ya me encargue de que jamás te deje
Max sonrie y rápidamente lo abrasa.
— Eres el mejor del mundo papa
— Ve a la academia y descansa, Sergio estara a tu lado muy pronto
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Sergio toma asiento frente a Jos, el aroma del viejo alfa era tan fuerte como el de Max.
— No me gusta ver a mi hijo triste por ti, solo quiero que sea feliz
— No me case con el por amor y lo sabes, lo hice por mi hermano
— Deberías darte la oportunidad de amarlo — Sergio desvía la mirada — Cuando tengas a tu hijo, entenderás porque no me gusta verlo a si, el junto a mi esposo son mi vida entera, daría todo porque ellos sean felices y are lo que sea para que Max sea feliz
Sergio sabía que era una amenaza.
—.....Max me importa a pesar de como se han dado las cosas, pero no puedo garantizar amarlo
Más tarde Sergio entra a la habitación de Max encontrando a este entrenando, entonces toma asiento en el cama viendo como golpea el saco de boxeo dejando ver su cuerpo lleno de sudor.
— Me alegra que tu padre te ame y te de todo lo que quieres — Max voltea a verlo.
— Bebe se que tu padre te vendió en cuanto pudo pero esta bien, yo voy a cuidarte — Se arrodilla frente a el. — Lo prometo
— Max......no puedes decirlo como si fiera lo más normal y bonito del mundo
— Claro, lo siento bonito
— Necesito irme
Cuando pretendía ponerse de pie Max de inmediato lo toma del brazo y Checo vuelve a sentarse, Max entonces relaja su agarre.
— Perdón mi amor, no quise lastimarte
— A veces me das miedo — Exclama jugando con sus dedos — No quiero sentirme a si contigo
— Yo menos mi sol — Se sienta a su lado — Tratare de seguir controlandome, lo prometo, pero no me gusta cuando me dices que te iras
—......Max.....si yo te pidieron aque dejemos esta academia ¿Lo aria?
—.....Depende, ahora no quiero hacerlo, aquí esta mi manada
— Y ellos te seguirán a donde vayas
— ¿A donde quieres ir?
— No lo se.....pero este lugar, no es lo mio, y lo sabes
Max de inmediato lo toma del cuello dejando ver su furia.
— No vas a dejarme Sergio, tu me perteneces
Sergio rápidamente lo besa y Max sube sobre el mientras se recuesta en la cama.
Max le sube la camisa y comienza a dejar besos.
— Ten a mis cachorros mi sol — Besa su cuello — A si sabré que me perteneces solo a mi
— Max no podemos y lo sabes, será difícil
— Entonces debemos empezar, por favor, déjame anudarte
— ......tengo miedo — Max se detiene y voltea a verlo — Somos alfas y anudarme será muy doloroso, tengo miedo
—......Lo se mi amor, pero sabes que yo no sería capaz de lastimarte
— Lo se Max pero no cambia que tengo miedo.....no estoy listo
— Esta bien, te esperare lo que sea necesario — Acaricia su mejilla — Te amo y prometo no lastimarte
Sergio siente sus mejillas arder.
Max era tan romántico a su manera.
Max al ver su sonrojo sonrie.
— Mi sol — Se inclina y lo besa. — Te amo
