En la azotea de la academia podían escucharse risas de la manada de Max. En el centro de ellos, Lewis era el blanco de su entretenimiento. Eran muchos contra uno, un juego cruel.
A pesar de los golpes que le propinaban o su rostro y cuerpo lastimado, aunque visiblemente marcado por la violencia, no caía al suelo; se mantenía de rodillas aferrándose a su orgullo.
Cada vez que uno de sus atacantes se acercaba, el grupo estallaba en risas, disfrutando del espectáculo. Para ellos, era una forma de diversión, una forma de demostrar su poder.
Las patadas en su costado y los empujones se convertían en una especie de juego sin reglas.
— Max por favor, detén esto — Ruega Sergio sollozando — Te lo ruego para
— No quiero que te importe — Responde molesto.
— Perdóname, no volveré a hablar con el, lo juro, por favor diles que se detengan
— Lo aran hasta que el admita qué ya no te ama
Sergio lo toma de las mejillas para que lo vea.
— Te lo ruego, para, are lo que me pidas, lo juro — Max lo toma de la mejilla bruscamente.
— Ya me perteneces Checo, tu aras todo lo que yo te ordene te guste o no, no puedes hacer nada por el, olvídate de el
— No puedes hacerme esto, por favor, Max......mi amor
Max sonrie ante el apodo, sonaba tan bien, Sergio se acerca y lo besa.
— Me encantas — Susurra Max mientras le limpia las lágrimas.
— Perdóname......no volverá a pasar, lo juro
Hunde su rostro en su cuello, Max sonrie y lo rodea de su aroma mientras lo aleja del grupo.
Con tantas emociones esa madrugada el celo de Sergio se adelanto y Max usaría eso a su favor.
Al pasar las horas Max aliviaba el dolor de Sergio con toques o juguetes sexuales.
Aunque en realidad solo habían toques, lo cual no era mucho para Sergio.
Aunque cuando tenia un poco de cordura agradecía a Max por no sobrepasarse.
El pecoso despierta al sentir el sol en su frente, molesto se da la vuelta encontrándose a su esposo quien lo veía.
Sergio sonrie avergonzado y se esconde en su pecho.
— Buenos días mi sol — Saluda Max acariciando su cabello.
— Buenos días Maxie — El pecoso acaricia el pecho de Max — ¿Porque no me tocas? Ya sabes me refiero al sexo — Cuestiona avergonzado.
— No creí que quisieras, eres un alfa, y someterte.....es, se siente horrible, quiero que lo hagas por voluntad
— Pero yo quiero
— No es verdad, solo te dejas llevar por El celo
— Yo quiero que me anudes — Max sonríe.
— ¿Enserió lo quieres mi pequeño alfa? — El pecoso asiente sonrojado.
— ¿Me lo daras? — Cuestiona emocionado.
— Seria un placer, pero no ahora, pero prometo que si aceptas cuando no estés en celo, lo are de inmediato
El pecoso sonríe.
— Seria un placer que me anudes — Confiesa feliz. — Quiero que seas mi alfa
— ¿Te gusta someterse? — Besa su cuello subiendo sobre el — ¿Que te de órdenes? ¿Qué me pertenezcas? ¿Te gusta actuar como un omega y someterte ante mi?
El pecoso asiente viendo los labios del rubio quien acaricia su mejilla y después su cuello.
— Daría lo que fuera porque me dejes marcarte, para que me pertenezcas de una vez por todas
Sergio sonrie y besa el cuello de Max haciendo jadear a este disfrutando de los besos.
— Maxie, hazlo, marcame, por favor
Max se sienta viendo al pecoso quien acaricia su cuerpo soltando ronroneos.
— Deseo hacerlo, como no tienes idea, pero no puedo hacerte esto, necesito que no estés en celo y me lo pidas — Se inclina y lo besa — Pero lo are, solo tienes que amarme
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Checo despierta al escuchar su móvil, al ver alrededor ve que se encontraba en la casa que compartían con Max.
¿Cuando había llegó ahí?
Al sentarse el móvil deja se sonar.
— ¿Que hora es?
— En unas horas saldrá el sol mi amor
Sergio se vuelve a recostar y no tarda en sentir como Max sube sobre el.
— Max no, déjame en paz
— Me encantas más cuando me pides que este cerca de ti
— Estar en celo me vuelve vulnerable, no significa nada
— ¿Estas seguro que ni sientes nada por mi?
— Solo odio y repulsión
Max rie y se recuesta a su lado. El móvil de Max suena y sale de la habitación para responder.
Sergio adormilado se sienta en la cama, minutos después baja encontrando a Max viendo el mar mientras seguía en el móvil.
— Estoy con mi esposo ahora, quizás podemos vernos después Kelly
Sergio roda los ojos, sabía que esa omega sentía algo por Max, cansado sale de la mansión hasta llegar frente al mar.
Se acerca al muelle y comienza a caminar disfrutando del aire fresco.
Sergio suspira frustrado y tras dar unos pasos se detiene en la orilla, al querer voltear hacia Max termina cayendo al mar por dar un paso incorrecto.
Lo malo. No sabia nadar.
Aunque solo segundos qué pareciera eternos, Max aparece y logra sacarlo.
Al llegar a la orilla Sergio gatea mientras Max lo ayuda a sentarse y lo toma de las mejillas.
— ¿Porque te tiraste?.....No me digas que fueron por celos — Rie.
— Tropecé, yo no siento celos, menos por ti
Molesto se aleja y Max con una sonrisa lo sigue hasta llegar dentro donde Sergio comienza a quitarse la ropa con su esposo viéndolo.
— E esperado años para que nuestro matrimonio sea un matrimonio
— Acepte casarme contigo, confórmate con eso, no me case por amor
— Encontré una oportunidad para que me pertenezcas y la toma, yo no te dije que aceptaras
— Amenazaste a mi hermano
— Tus padres te vendieron y yo te compre
Sergio molesto lo golpea pero solo recibe una sonrisa de Max.
— ¿Te duele la verdad amor?
— Eres un imbecil — Molesto entra al baño.
Más tarde Max se encontraba con su manada cuando Lewis pasa a su lado en dirección a Checo.
El rubio ve como Lewis le susurra algo a Sergio para después irse ambos corriendo, Max de inmediato los sigue hasta un salón donde al asomarse ve a Pato en el suelo llorando mientras Sergio trata de tranquilizarlo.
— Lo arruine todo — Exclama Pato — Por mi culpa estas casado con alguien que no amas
Sergio voltea a ver a Lewis quien parece confundido.
