Capítulo 3.

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John no podía sentirse más fuera de lugar, como si fuera la pieza sobrante en un gran rompecabezas, y no era para menos, cuando varias de las mujeres que se encontraban ahí sentadas y esperando no paraban de mirarlo a él.

Algunas de ellas juzgaban al hombre de cabellos castaños que se encontraba ahí, sentado y mirando sus dedos, a veces subiendo sus lentes redondos del puente de su nariz, pensando que era un bicho raro por encontrarse allí, ¿un hombre estando en un puesto de secretaria?, algunas murmuraban entre ellas frente a él sobre el rotundo "no" que recibiría en su cara, riéndose del supuesto hecho.

El castaño intentaba preparar sus respuestas mentalmente, porque ahora atravesaría una entrevista de trabajo, ¡Jamás había estado en una entrevista de trabajo!, y eso le aterraba. Se estaba arrepintiendo un poco no haber tomado nunca esos cursos de la universidad de "Cómo hacer un Currículum ganador", "Cómo expresarse en una entrevista de trabajo", "Normas y Reglas para ser el mejor Candidato al Puesto de Trabajo que Desees". No, él tuvo la genial idea de ignorar esos cursos y enfocarse en salir a fiestas con sus amistades, perderse entre mujeres y luego escribir canciones cuando la habitación daba vueltas y el cielo pareciera estar hecho de mermelada.

Su pie no parecía detenerse de los nervios, todavía mirando de reojo a las mujeres que se presentaban también para el puesto: rubias, altas, tetonas, de voluptuosos labios y ropa elegante y a la moda. No había caso, estaba perdiendo su tiempo en esta tortura, y sintiendo una profunda sensación de ansiedad (y de hambre) en su estómago.

Ya había estado esperando como media hora, "¿se suponía esto funcionaba por orden de llegada?", pensaba para sí mismo; los nervios lo estaban aniquilando, y lo único que quería en esos instantes sería un cigarrillo, o algo de hierba. Lo que fuera que le pudiera calmar. De los puros nervios se había soltado el cabello que tenía tomado, llamando todavía más la atención de aquellas chicas, espantadas de ver un hombre con esas pintas en ese lugar.

Cerró fuertemente los ojos, contabilizando hasta 10 para calmarse, pero la puerta de color café oscuro se abrió, dejando salir primero una castaña, alta y de delgado aspecto, luciendo un poco derrotada, tomando su bolso y retirándose rápidamente al elevador. Luego, se presentó un hombre de traje con unos lentes negros cuadrados, arreglando un poco sus cabellos y viendo a la montonera de personas que habían en el lugar. Muchas chicas de manera poco disimulada ajustaban sus ropas para resaltar sus voluminosos pechos, otras retocaban sus maquillajes, colocándose labial de colores llamativos. El hombre aclaró su garganta, y sacando la nota de registro, llamó:

—Eh...—pausó por un segundo para asegurarse que estaba leyendo bien—¿John Lennon?, ¿Se encuentra John Lennon?—

John sentía que su corazón caería al piso, ¿ahora le tocaba a él?, ¡estaba seguro que por lo menos venían 3 chicas antes que él!. El castaño levantó su vista, conectando con la del hombre de traje, levantando tímidamente su mano:—Soy yo, John Lennon.

El hombre de traje asintió, indicándole con la mano que se levantara y lo siguiera hacia la habitación. John se levantó, y si probablemente las miradas mataran, él ya sería un hombre tirado en el piso, porque todas las chicas no se la podían creer, ¿por qué lo había elegido a él para entrar antes que las demás?. La chica rubia con la cual John se encontró en la entrada iba a protestar, pero ninguna queja fue escuchada, porque rápidamente se cerró la puerta, dejándola con las palabras en la boca.

El hombre de anteojos cuadrados cuando cerró la puerta tras de sí y empezó a caminar, John quedó maravillado con un vestíbulo elegante de colores rojos y dorados, con algunas plantas y cuadros decorativos. Fascinado por el lugar, seguía por inercia al hombre (quién era casi de su misma estatura), y luego de guardar en su memoria tal bello lugar, ingresaron a otra habitación a un costado derecho, también sumamente elegante, pero esta vez con una mesa y dos sillas, cada una a un extremo de la mesa.

Temporary Secretary ; McLennonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora