Un nuevo día empezaba, y John despertaba repentinamente, incorporándose rápidamente de la cama en la cual estaba. Parpadeó un par de veces para ajustar su vista, luego frotarse los ojos, hasta reconocer que estaba en su departamento.
—¿Pero cómo...?—el castaño puso una mano en su frente, recordando un poco los sucesos de la noche anterior.
"Yo estaba trabajando arduamente, organizando unos papeles aburridos y sin coherencia aparente... A veces Marks aparecía durante el día para preguntarme cómo estaba todo..."—John chasqueó su lengua, todavía haciendo memoria—"Luego se hace de noche, y estaba cansado... y aparece mi jefe, el señor McCartney...y, y..."—John fue abriendo los ojos, mientras flashbacks de anoche venían a su mente.
Tomó sus anteojos que reposaban a un lado de la cama, y luego emprendió camino al baño apresuradamente, mientras se maldecía a sí mismo:"¡Luego pasó lo que no tenía que pasar!", "¡Tonto, John!", ¡Imbécil!"
—Eso mismo no decías anoche...—se contradijo a sí mismo, ruborizándose ante sus propias obscenidades, sintiendo varias puntadas en su espalda baja y deteniéndose un rato, llevando una mano hacia la zona adolorida para consolarse.
Un sollozo exagerado salió de sus labios, para luego incorporar su postura.
Llegó al baño, y la escena lo mortificó: su cabello estaba desarreglado, su pecho estaba al desnudo, revelando una serie de chupetones y mordidas en sus clavículas y cuello. Vio sus pezones desnudos, y al rozar un poco sus dedos por uno de ellos, le dolió ante la sensibilidad que tenían. Más flashbacks de anoche venían a su mente, apoyando su cabeza en sus manos, negando fervientemente con sus manos.
—¿Pero qué hice...?—el presente dolor en sus músculos de sus piernas y glúteos también reflejaban la cantidad de ejercicio que había realizado. Tragó saliva, también recordando sus palabras tan obscenas de ayer.
"Señor McCartney, hágame suyo."
"Poséame en cuerpo y alma, Paul."
"Soy su sucia secretaria."
Nuevamente reincorporó su postura al escuchar su puerta ser golpeada con fuerza.
Pareciera que hubiera entrado en un espiral de pesadillas, como si no fuera a reconocer esa voz que lo perseguía en sus peores terrores nocturnos.
—Lennoooon...—Billy canturreaba con suma agresividad, mientras continuaba golpeando incesantemente la puerta—Quiero mi dineroooo.
John dio nuevamente una mirada hacia su silueta en el espejo, viendo que por lo menos tenía su pantalón de pijama puesto. Suspiró, ¿cómo podía escaparse de esta situación?
—Ya voy, Billyyy— también canturreó John, porque como tan poco aprecio tenía por su propia vida, se estaba despidiendo de este mundo por la golpiza que iba a recibir del grandulón.
Salió del baño con paso dificultoso, y caminó hacia la puerta, sacando el seguro y viendo a Billy ahí, siempre con su sonrisa de dientes manchados de tanto tabaco y cigarro que fumaba.
–Buenos días, Lennon.—Sus ojos azules se posaron por un momento en la cara todavía adormilada de Lennon, para luego direccionarse al pecho lleno de chupetones, riendo jocoso por su descubrimiento—¡Mira tú!, ¡Así que sí tienes suficiente dinero para contratar a una prostituta pero no para pagarme!
Una gran carcajada salía de los labios de Billy, mientras Lennon tenía una media sonrisa, todavía teniendo una mano en su espalda baja por las punzadas que llegaban.
"En realidad, yo soy la prostituta." pensó para sí mismo el castaño, riéndose incómodamente del estruendo que realizaba Billy en esa mañana.
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Temporary Secretary ; McLennon
FanfictionJohn es un músico frustrado que necesita dinero para poder pagar el alquiler, y busca desesperadamente trabajo para no terminar en la calle. O John necesita un empleo, y Paul necesita una secretaria temporal. Universo Alternativo de los Beatles co...