Capítulo 3

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Capítulo tres

Matthew acariciaba mi hombro y de vez en cuando depositaba besos en mi cuello. Ambos estábamos sentados en el sofá viendo un típico programa de televisión sin prestar atención a lo que el sujeto decía.

Había nevado toda la tarde y yo tenía frío. Llevaba un suéter suyo, perfecto para ocultar mi nueva camiseta. Me fascinaba el aroma de su ropa, tenía una fragancia demasiado varonil. A veces solo cerraba los ojos aspirando su perfume mientras él acariciaba mi cabello.

—Mi padre nos ha invitado a la cena de navidad. Estará toda la familia... primos, tíos, algunos parientes que aún no conoces y me gustaría presentarte.

—Suena bien, ¿deberíamos llevar algo? Tal vez el pavo.

—¿Quieres que se repita lo de la navidad pasada? —rio burlón alzando las cejas.

—No dejaríamos que se quemara esta vez. —Me alcé de hombros—. Además, la pizza que reemplazó el pavo estaba rica.

—Me gustó más lo que vino después de la cena —sonrió con esa actitud que me hacía sonrojar.

—Siempre te pasas de listo en cuanto ves la oportunidad, ¿verdad?

—Me conoces bien.

Escuchamos el pitido del microondas desde el salón principal y supimos que la comida estaba lista. Iba a buscar los platos para servir la cena, hasta que Matt me detuvo.

—Yo pondré la mesa, no te preocupes. ¿Podrías buscar mi móvil? Estoy seguro de haberlo dejado en el bolsillo de mi abrigo.

—Vale —besé su mejilla y me incorporé del sofá buscando su abrigo en el perchero—. No está aquí —alcé la voz para que lograse escucharme desde la cocina.

—¿No? ¿Y en el otro bolsillo? —indicó. Seguí buscando.

—Nada de nada —repetí.

—Tal vez lo dejé sobre el piano.

Suspiré y volví mi atención al piano blanco. Fruncí el ceño al notar que no se trataba de su móvil, sino dos boletos de avión.

—¿Matt? —corrí a la cocina—. ¿Nos vamos a Italia? ¿En serio?

—Es que me muero de ganas por escuchar tu acento italiano otra vez —sonrió apoyando su peso en un mueble.

—¡Fantástico! —Me lancé a sus brazos y lo abracé con todas mis fuerzas—. ¡Es perfecto! ¡Gracias!

—Feliz navidad adelantada... —Besó mis labios y descendió un camino hasta mi cuello.

Me cuestioné en decirle en ese instante o esperar hasta terminar la cena, pero considerando que él había adelantado su regalo, decidí hacer lo mismo.

—Tengo calor, ¿me ayudas a quitarme el suéter?

—Claro.

Alcé los brazos para hacérselo más fácil. Matt se quedó viendo mi camiseta con el ceño fruncido, como si no fuese capaz de creer que decía "Baby loading...".

—¿Es en serio? —cuestionó en voz baja. Solo asentí esperando su reacción—. ¿Estás embarazada?

—Sí —reí mordiendo mi labio.

Me observó sin siquiera pestañar, tal vez buscando algo que corroborara lo que yo acababa de decir. Creo que mi expresión fue suficiente.

Eterno atardecer  ©   (Ex Flawless love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora