El sol brillaba cálidamente a través de la ventana del cuarto del hombre suicida, los mismos rayos del sol fueron los que lo despertaron, sus ojos se entreabrían lentamente mirando borroso hacia la ventana pero sus ojos se abrieron rápidamente al ver a una mujer a lado suyo, sus mejillas se volvían rojas y salto de la cama tapándose la boca lleno de vergüenza. —¿Qué sucedió anoche?— Se preguntó a sí mismo mientras pasaba su mano por su cabello todo despeinado mientras miraba a la mujer, no era más que Janet, su asistente, Noto el arma del suelo y todo tuvo sentido su expresión apenada cambió a una cansada y decepcionada, se volvió a dejar caer y ahora no sabe si lo que Janet le dijo fue realmente verdad; mientras todos sus recuerdos sobre ella cruzaban por su mente no noto que Janet ya se había despertado, estaba sentada cubriéndose con la sábana con ojos cansados con la cara confusa; Nathan se percató de esto y su cara no hizo más que sonrojarse aún más al punto de que parecía un tomate.— ¡Janet! Umm...Buenos días...—Dijo Nathan lleno de nervios y pena, Janet comprendió lo apenado que estaba su jefe, tal vez todo lo que hizo y dijo no sirvió para nada, solo fue otra motivación para él, nada más... Esto hizo sentir mal a Janet la cual solo miró a otro lado con seriedad y se levantó de la cama.
—Perdón por molestar...— Dijo la mujer caminando hacia la puerta del cuarto con decepción, esto sorprendió a Nathan no quería que se sintiera mal por esto, así que no tuvo otra opción que dejarse llevar por el amor, que lo hipnotice, lo acorralé y lo haga sentir lo que tenga que sentir, solo una vez más.
—¡No,espera!—Escucho la voz del hombre que la enamoró y a la vez podría dañarla y se volteó esperanzada pero sin perder su mirada seria de siempre "por favor di que me quieres" eso rondaba por la cabeza de la mujer desesperada.—Yo...umm...quiero que te quedes...por favor, no quiero que esto nos incomode...a ambos y...emm...todo lo que dijiste anoche, yo...no pude evitarlo supongo que podríamos hacerlo...ya sabes eso que me dijistes...lo de estar juntos y...eso...¡si tú quieres claro!—Nathan era un mar de nervios, sudaba y temblaba pero su sonrisa era verdadera, esa sonrisa pura y dulce que le mostró la primera vez la salvó, así fue como lo vio Janet la cual solo sonrió y asintió y se quedó...un final feliz para ambos, pero esto es solo el principio.
...
Ambos estaban en el trabajo, documentos, papeleo, gráficas, bla, bla, bla...eso es lo que pensaba Nathan, lo que le interesaba a Nathan era ¿Cómo una mujer con el privilegio de ser tan hermosa y atractiva se interesa en alguien como él? Se intentó suicidar enfrenta de ella, fue grosero y molesto anoche, pero aún así decidió quedarse y ayudarlo, dormir con él y era un recuerdo que no podía definir si era cierto o no pero pudo sentir como acariciaba su cabello, el cual lo acurrucaba como un bebé, no lo sabía y no lo recordaba bien, pero si sabía fuera real o no, quería sentirlo de nuevo.
Muchas veces miraba a Janet de reojo admirando a esa mujer fuerte que ha pasado por tanto pero sigue en pie luchando por ella misma por ser feliz...una de las cuantas razones por las cuales caía en sus encantos, no le tomaba mucha importancia a su físico porque le gustaba admirar más su parte sentimental, sus ojos con los cuales lloro mil veces, el secará sus lágrimas, sus labios que han besado a varios hombres sin que ella quisiera, como le encantaría ser el beso que ella quiere, romántico y cariñoso, sus manos con agarres bruscos de hombres basura, pero el quiere sostener esa mano com gentileza, simplemente tomar su mano; Quería planear algo especial para hacer lo de su pequeña relación oficial.
...
El trabajo había acabado y todos estaban llendose y Nathan seguía planeando que iba a hacer para pedírselo, no había hecho oficial entonces era tiempo.
—¡Janet!—dijo Nathan alcanzándola poniendo su mano en su hombro, la mujer se volteó y notó a su "quedante" más sonriente de lo usual, Janet no respondió y solo lo miró con confusión y sorpresa.
—Necesito que te cambies de ropa a una más casual, saldremos ahora mismo.— Nathan se veía emocionado por esta ocasión.—¿Okey...?—Janet se dirigió a su habitación para arreglarse, pero en su interior estaba emocionada y feliz, supongo que después de lo que pasó ayer cambió su parecer, una victoria para Janet.
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SEÑORITA MANDONA & YO
Romantizm-Nathan es el jefe de una empresa muy exitosa, pero aún así se siente solo, no tiene a nadie hasta que una misteriosa y hermosa mujer aparece para el trabajo y termina siendo su asistente, pero esta mujer es muy mandona, incluso llega a mandar a su...