01

548 43 2
                                    

Bajo una persistente lluvia de la tarde en una primavera, Sunoo, un gato callejero de pelaje naraja y blanco, buscaba desesperadamente refugio. Sus patitas mojadas y temblorosas lo llevaron hasta una cafetería. Allí, bajo el abrigo del toldo, encontró un respiro del clima hostil.

Sunghoon, uno de los que trabajaba en la cafetería, se preparaba para cerrar el local cuando notó al pequeño gato acurrucado cerca de la puerta del lado de afuera. inmediatamente, al terminar sus últimas tareas en el lugar, sin dudarlo, se apresuró a buscar algo que pudiera reconfortar al pequeño gato.

los ojos color miel del pequeño gato reflejaban cansancio y desconfianza, pero cuando vió acercarse a ese chico con comida y leche, algo en su corazón felino se ablandó.

— Hey, amiguito, ¿estás bien?— murmuró con suavidad mientras colocaba un platito con comida y otro con leche fresca cerca del animal.

Los ojos de Sunoo, inicialmente cautelosos, se iluminaron con gratitud y asombro al sentir el calor de la comida y la dulzura de la leche. Poco a poco, se puso de pié y comenzó a comer.

Sunghoon sonrió, sintiendo un calor en el pecho al ver cómo el gato callejero confiaba en él lo suficiente como para comer.

— Deberías quedarte aquí donde es seco— sugirió mientras acariciaba suavemente la cabeza del felino.— O bueno, podrías intentar ir a tu hogar.

Sunoo al escuchar la palabra "hogar" levantó su cabeza para verlo, sintió tristeza al saber que en realidad no tenía ningún lugar al que ir, y menos un hogar. Sunghoon pareció darse cuenta de esto, y en silencio sonrió y continuó acariciando su pelaje, ignorando lo anterior.

Llevó una de sus manos hasta el collar del felino.

— Sunoo, ¿eh? — sonrió.— Tienes un bonito nombre.

El gato, mientras devoraba la comida, sintió un nudo en la garganta. Nunca antes había conocido a alguien tan gentil y considerado.

Cuando Sunghoon se levantó para cerrar la cafetería, el gato lo siguió con la mirada, preguntándose si podría volver a verlo mañana.

Aquel humano tenia un lindo olor.

Sunoo planeaba volverse un visitante frecuente en esa cafetería.

— Nos vemos, pequeño.

Al dia siguiente Sunoo nuevamente llegó a la cafetería por la tarde, esperaba pacientemente cerca de la puerta hasta que el humano salía del trabajo y cerraba el local

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al dia siguiente Sunoo nuevamente llegó a la cafetería por la tarde, esperaba pacientemente cerca de la puerta hasta que el humano salía del trabajo y cerraba el local.

Cuando finalmente este salio Sunoo se paró y maullo para avisar que estaba allí. Sunghoon rápidamente lo notó e hizo una mueca de asombro al notar al gato otra vez alli, mueca que rápidamente cambió por una sonrisa.

Y el gato se encontraba feliz, nuevamente tendría caricias por parte de ese lindo chico.

caricias y comida.

Con cada encuentro, el afecto de Sunoo por el trabajador de allí crecía. El gato observaba con admiración cómo el chico atendía, sonreía y hablaba con los clientes. Toda acción le encantaba.

A este punto, habia encontrado un lugar interesante que visitar. Y no le importaba si afuera hacia frío, calor o llovia. El se paraba junto a esa puerta y observaba a su chico trabajar.

No quería sonar posesivo, pero ese humano le encantaba, y llamarlo "suyo" lo hacia sentir muy feliz.

híbrido | 𝘀𝘂𝗻𝗴𝘀𝘂𝗻  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora