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( ) — voten!




Hubiese sido mejor que la cafetería esté llena ahora mismo, que la gente haga bullicio y que sunghoon no alla escuchado eso, y mejor aún, que Danielle esté tan ocupada como para venir a hablar con el. Pero no, la cafetería estaba vacía. Solo ellos tres estaban allí y la risa de ella resonaba por todo el lugar.

— Ese dia fue muy gracioso y sorprendente, por qué Sunghoon fue quién pagó luego.— comentó luego de cesar las risas.

— ¿Q-que? — logró modular algo por fin.— ¿Sunghoon... hizo qué?

— Danielle, deja de hablar con los clientes, te toca a ti limpiar el mostrador hoy.

¡Salvado por la campana! Mas bien, ¡salvado por su bonito Sunghoon!

La chica fue interrumpida antes de poder hablar, pero su sonrisa divertida seguía presente. Se giró sobre sus talones mirando a su compañero de trabajo.

— Oh, tienes razón. — respondió. Nuevamente se giró para ver al rubio y le guiño un ojo.— bien, me iré asi que te toca a ti cobrarle.— dijo, su voz burlona. El felino pudo sentir qué lo qué dijo, lo dijo en doble sentido.

— Que tenga un buen dia.— dijo Sunghoon.

— ¡E-espera, Sunghoon!

El nombrado nuevamente dirigió su atención al rubio.

— Yo... ¿e-es verdad que...?

— No hay de qué.— lo interrumpió. Su voz cortante, dispuesto a irse nuevamente.

Su respuesta lo desconcertó un poco, haciéndolos callar por unos segundos. Lamió sus labios y convirtió sus manos en puños. Mierda, no solo era el nerviosismo que su hoon lo hacia sentir, si no que su cola comenzaba a picar.

Vió como el pelinegro comenzaba a darse la vuelta y por un momento temió que sea la última vez que hablasen.

— ¡Quiero compensartelo!— dijo casi en un grito.

Esa respuesta despertó un interés en Sunghoon, y tras unos segundos de silencio, notó como su compañera le movía las cejas de arriba hacia bajo desde un poco mas de dos metros lejos de el. Maldijo internamente y entonces miró nuevamente al rubio.

Asintió

— Es... está bien.— respondió entre dientes.

— respondió entre dientes

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— ¡¿Dijo que si?!— gritó. Sus ojos bien abiertos.

— ¡Dijo qué sí! — también gritó en respuesta alzando sus brazitos y sonriendo en grande.

Ambos híbridos festejaban y gritaban por la gran "victoria" que logró conseguir Sunoo. Este día fue el mejor de su vida, según él.

— Demonios, eso es una excelente noticia, el realmente podrá follarte ahora...o mejor dicho, tú lo fallarás a él.

Sunoo abrió sus ojos como platos.

— ¿De que hablas, idiota? — contrataco. Sus mejillas se tornaron carmesí de inmediato, pero su entrecejo se frunció.

— Tú eres el idiota aquí, idiota. pronto comienza tu celo.

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esta es mí primera historia y espero que no esté siendo demasiado aburrida 😟

híbrido | 𝘀𝘂𝗻𝗴𝘀𝘂𝗻  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora