Sunoo asintió lentamente. El felino de pelaje blanco y negro frunció el seño y pensó en su respuesta unos segundos. ¿Dijo humano?
— Ya veo... Sunghoon..humano....es
— Si, lo sé. — dijo desanimado.
— ¿Estás seguro de que te gusta? — clavó su mirada en el.— no me malinterpretes, Sunoo, pero recuerdo que me contaste lo que te pasó años anteriores con tu dueño y...
— Ya lo sé.— lo interrumpió. Su voz cortante. — pero creo que es diferente, el es... diferente. Además, no lo veo como un dueño. — admitió llevando su mirada a otro lugar.
— ¿Y cómo lo ves?
Sunoo no respondió. Miró a su amigo y este pareció entenderlo muy bien. Sus mejillas nuevamente se sonrojaron. Jungwon abrió levemente sus ojos y mordió su labio inferior.
— Ya veo.— soltó un suspiro.
— Se que diras que está mal..
— Yo no iba a decir eso.— respondió con una sonrisa. Sunoo de verdad creía que le regañaria.
— ¿Sabes dónde vive? ¿cómo lo conociste?— interrogó con ojos entrecerrados. Sunoo rió y comenzó a contarle su mini historia de "amor".
Habia conocido a Jungwon hace menos de un año, cuando se quedó en la calle. El lo cuidó cuando comenzó a ser un callejero, prácticamente le enseñó a sobrevivir. No sabe mucho sobre la anterior vida de Jungwon, siempre cambia de tema cuando Sunoo le pregunta sobre eso, y como no quiere incomodar a su único amigo, lo deja pasar. Aveces se desaparece por unos dias, cada que Sunoo le preguntaba hacía donde iba, este solo le decía que se cuidara mientras el no esté.
Jungwon le hizo preguntas a Sunoo sobre Sunghoon que el no sabia responder. Por ejemplo: el no sabia donde vivia, si tenía otros gatos o si tenia pareja. Todas esas preguntas le hicieron desear ver a Sunghoon otra vez. Ahora mismo.
Jungwon lo convenció de que lo siga, que lo vea no solo en su trabajo, incluso en su forma de gato. Le aconsejó que no deje ir a alguien si tanto lo quería. El realmente parecía saber mucho del tema.
— Pero..— interrumpió.— a mi me gusta hoon...
— Si, por eso mismo.
— No, no entiendes.— Jungwon lo miró desconcertado. ¿Que era lo que no entendía?— yo no quiero que hoon me conozca y se enamore de mi en mi forma gatuna. ¿Quien se enamoraría de un gato?
Y tenía razón. Sunoo sabia que si le gustaba a Sunghoon, no sería de esa forma. Solo era... amabilidad.
— Sunoo, solo llevas menos de una semana conociéndolo, tranquilizate.— trató de tranquilizarlo acariciando su hombro.
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Sunoo pasó los siguientes dias tratando de saber más sobre Sunghoon. Cuando este lo dejaba una vez terminado su trabajo, Sunoo lo seguía hasta su casa. Ahora sabia donde vivía. Tambien, descubrió otros lugares a los que iba.
El memorizo todo lo que pudo sobre Sunghoon, como por ejemplo: Sunghoon salia por las mañanas de su casa y se dirigía hacia su escuela, pasaba ahí muchas horas. Sunoo trepaba arboles y las paredes del lugar buscandolo entre las ventanas de los salones, hasta que lo descubrió. Lo vió todo el tiempo. Vió lo callado que era, lo lindo que se veia con anteojos y como mantenia una expresión seria.
— Cuando estás conmigo sonríes, Hoonie. — habló para si mismo el felino.
También notó que algunas chicas se le acercaban cuando el se iba. Eso despertó una sensación horrible en el estómago del gato. Solo sabia que no le agradaba.
Y de allí, solo iba a la cafetería.
Pasó algunos días viendolo, y en todas las veces, solo pensaba en poder acercase a el cómo lo hacian aquellas chicas.
