El Velador de mis Sueños

La Búsqueda en la Biblioteca

La sesión con el Dr. Alec había sido intensa, pero la sensación de alivio que había experimentado en su abrazo le daba la fuerza para seguir adelante. A lo largo del día, la inquietud sobre los Veladores había crecido en su mente, así que decidió que era hora de buscar respuestas. La biblioteca, su refugio habitual, se convirtió en el lugar ideal para comenzar su investigación.

Después del trabajo, se dirigió a la biblioteca, sintiendo que necesitaba sumergirse en un mundo de libros y conocimientos. A medida que cruzaba el umbral del edificio, el aire fresco y el silencio del lugar la envolvieron, brindándole una sensación de calma y enfoque.

Al entrar, Lia se dirigió directamente a la sección de mitología y leyendas, un rincón que solía explorar con frecuencia. Las estanterías estaban llenas de tomos antiguos y enciclopedias, y Lia comenzó a buscar con fervor.

—Tengo que encontrar algo —se dijo a sí misma—. Algo que explique quiénes son los Veladores y cuál es su verdadero propósito.

Mientras recorría las estanterías, los libros se acumulaban en sus brazos. Abrió uno tras otro, hojeando páginas llenas de ilustraciones antiguas y descripciones enigmáticas. Algunos libros hablaban de guardianes de los sueños en diferentes culturas, pero no encontraba nada específico sobre los Veladores.

Decidió entonces buscar en las computadoras de la biblioteca. Se dirigió a la sala de ordenadores, donde los usuarios estaban ocupados con sus propios asuntos. La biblioteca estaba relativamente tranquila esa tarde, y Lia se sentó frente a una de las máquinas, encendiendo el ordenador y abriendo el navegador.

Escribió "Veladores" en el motor de búsqueda y comenzó a explorar los resultados. La mayoría de las páginas estaban relacionadas con conceptos generales de guardianes de sueños, pero nada específico sobre los Veladores que le preocupaban. Lia continuó buscando, refinando su búsqueda con términos como "mitología de los Veladores" y "guardianes de sueños".

Mientras revisaba los resultados, Lia se sumergió en un artículo sobre la historia de los guardianes de los sueños. Leía con atención sobre cómo, en las leyendas más antiguas, estos seres se consideraban custodios de la paz mental y el equilibrio emocional. Sin embargo, no lograba encontrar ninguna mención directa sobre los Veladores en particular.

En un rincón de la biblioteca, Maya, su amiga, estaba trabajando en la mesa de al lado, pero Lia había decidido no interrumpirla. Había mencionado su búsqueda con anterioridad, pero Maya había entendido su necesidad de concentrarse y le había dejado el espacio que necesitaba.

Lia continuó explorando varios artículos y libros, cada vez más inmersa en su investigación. Uno de los textos que encontró hablaba de las primeras leyendas de los guardianes de los sueños, pero la información era vaga y estaba plagada de relatos ambiguos. Las historias sobre ellos solían tener un inicio tenebroso, marcado por sombras y presagios oscuros que reflejaban un tiempo en el que los guardianes eran temidos en lugar de venerados.

—No puedo creer que no haya más información —murmuró Lia, frustrada—. ¿Cómo es posible que haya tan poco sobre algo que parece ser tan importante?

Su atención fue atraída por un artículo en un sitio web de archivos antiguos. Hablaba sobre una entidad conocida como "Los Veladores" en una serie de documentos históricos y manuscritos antiguos. Aunque el artículo no proporcionaba detalles extensos, mencionaba que la existencia de los Veladores había sido una parte crucial de los rituales de protección en tiempos antiguos, cuando las personas creían que el mundo estaba lleno de fuerzas oscuras que necesitaban ser controladas.

Lia tomó nota de algunas de las citas del artículo y decidió que tenía que profundizar más en estos documentos. Aunque no había encontrado una explicación completa sobre los Veladores, los fragmentos que había descubierto indicaban que su historia era mucho más compleja de lo que ella había imaginado. Los Veladores no eran simplemente guardianes, sino que su existencia parecía estar envuelta en misterio y un profundo sentido de deber.