Había aceptado mi invitación.Al menos eso era un avance.
Sé que con un simple helado no la enamoraría, pero por ahí es por donde se empieza.
El amor esta hecho de pequeños detalles.
Los pequeños detalles son los que enamoran.
Esperé pacientemente que nuestras dos horas de tutorías terminarán.
Lo que realmente importa es esforzarse.
Caminamos fuera de la biblioteca hasta llegar al estacionamiento.
—He de decir que me encanta tu moto.— Me sonrió.
—Gracias, mi pequeño monstruo te agradece el alago.
—¿Pequeño monstruo?¿Le has nombrado así?
—Sip, ¿dime que no eres como otras chicas y que no te da miedo ir en una moto?
—No, no soy como las otras chicas y no, no me da miedo ir en una moto.
Le doy uno de los cascos y me pongo el mio, subo en la moto y espero a que ella haga lo mismo y se acomodé.
Audrey se subió en mi pequeño monstruo y puso sus manos alrededor de mi cintura.
Conducí hasta la mejor heladería del pueblo.
Estacione a mi pequeño monstruo.
Ella se bajo, se quito el casco, yo hice lo mismo, puse los dos cascos en el timón.
Quite las llaves de la moto y juntos caminamos hacia la heladería.
Entramos y nos sentamos en una de las mesas vacías que había, un chico vino a tomar nuestra orden.
—Yo quiero una ensalada de chocolate con cobertura de chocolate y galletas de chocolate.— Le dijo ella al chico, quien asintió mientras apuntaba todo en su pequeña libreta.
—Yo quiero una ensalada de fresa con cobertura de chocolate y galleta con chispa de vainilla.— El chico término de apuntar mi orden y se marchó.
—¡Vaya sorpresa!¿Eres un chico fresa?
—¿Y tu una chica chocolate?
Ambos reímos, como disfruto ver esos hoyuelos que se le forman, es tan linda cuando sonríe.
—Owen cuentame sobre ti.
—No hay mucho que contar, vivo con mi madre y mi padrastro.
—¿Y tu padre?
—No sé quien es.
—Lo siento, yo no debí preguntar por cosas tan personales...
—Tranquila ese tema ya lo tengo resuelto, no pasa nada.
Mentira.
Pero no quería contarle en nuestra primera cita que soy un chico que en las noches entre lágrimas se pregunta por qué su padre nunca dio la cara, por qué no se presento aunque sea para saber quién era.
—Cuentame de ti.— Quería borrar la incomodidad.
Iba a hablar pero el chico llegó con nuestra orden, luego de que el chico se fuera ella comenzó a hablar.
—Vivo con mi madre y mi padre, tengo un hermano pero esta trabajando, ya sabes, el ya hizo su vida y esta felizmente casado.
—¿Lo extrañas mucho, verdad?
—No sabes cuanto, el viene cuando puede, para mi cumpleaños, el de él, el de papá o el de mamá, las fiestas en navidad, año nuevo, el día de las madre o del padre, sólo viene días festivos.
—No sé que se siente, la verdad no tengo hermanos, al menos eso creo, no se por parte de mi padre.
Padre.
¿Cómo llamar papá a un completo desconocido?
—¿Nunca te ha dado curiosidad por saber quién es tu padre?
Deje mi plato a un lado.
—Para que mentirte, ¿curiosidad? Sí he tenido, ahora que mi madre me diga quién es o dónde vive, eso ya es otro tema.
—Al menos la convivencia con tu padrastro no es mala, ¿o sí?
—Prefiero no hablar de eso ahora. Es nuestra cita, debemos disfrutarla.
—No pienses que con helado me enamorarás.
—Pensé que ya lo había echo.
Ella vuelve a reír y esos hoyuelos que tanto me gusta se les vuelve a marcar en su rostro.
Luego de que ella terminase con su helado, voy a la caja para pagar.
Salimos, le doy el casco otra vez y luego de que ella se acomodase, nos ponemos en marcha para llevarla a su casa.
Después de todo tengo una ventaja de esta salida, y es que ya tengo su dirección.
Detengo la moto justo al frente de su casa, ella se baja de mi pequeño monstruo, se quita el casco y me lo devuelve.
—Gracias por traerme a casa y por el helado y por compartir de tu vida conmigo.
—Gracias a ti por aceptar ir conmigo.
—Recuerda, un helado no enamora a nadie.
—Solo a ti.
Ella se ríe, y se despide de mi, no me voy hasta que la veo entrar a su casa.
Conduzco hasta mi casa, meto a mi pequeño monstruo en la cochera.
Esta vez no me recibe ninguna pelea.
Entro a la casa y voy directo a mi habitación, luego de hacer los deberes, mi madre entra a mi habitación.
—Owen no le hagas caso, él lo dijo porque estaba molesto, él en verdad te quiere.
No dije nada.
¿Qué le diría?
Sí mamá, tu tienes toda la razón, el me quiere, me quiere tanto que me maltrata emocionalmente cada vez que tiene la oportunidad.
¿Y qué hago?
Nada que podría hacer.
¿Revelarme?
Si lo hago, luego dirán que soy un mal agradecido, y empezaran a enumerar cada cosa que él hizo por mi.
Y sinceramente no tengo ganas de hacerlo.
Disculpen la demora.
Espero que la historia les este gustando.
Los quiero.
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Ladrón de corazones
RomanceLe dicen Ladrón de corazones, cada vez que pasa por algún lugar va robando suspiros, besos al aire, latidos. Es un engreído que usa su físico para jugar con las mujeres. Por qué el es guapo y lo sabe, y hace uso de ello. Se cree un Rey. El sabe que...