Capítulo 10 (Owen)

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Fue liberador.

Fue la primera noche en que pude dormir en paz.

Cuando desperté Audrey me estaba mirando.

—Buenos días.

Su voz estaba un poco ronca, seguro porque acababa de despertarse.

—¿Hace cuanto estas despierta?

—Hace unos minutos.

—¿Por qué no me despertaste?

—Es que te veías muy lindo durmiendo.

WTF

¿Qué?

—¿Estas bien?

¿Bien?

—Ahora estando contigo si.

Sus mejillas se pusieron de un color carmesí.

—Gracias por venir a mi.

—Gracias a ti por recibirme.

Nos quedamos unos minutos en silencio mirándonos el uno al otro.

—Vamos, para desayunar.

—No seria mejor si me escabulló para que tus padres no se molesten.

—Tranquilo, hace unos minutos mi mamá entró a mi habitación y te vio, no me dijo nada, además ayer desperté a mi hermano para un pijama.

Oooooook

Quitó la colcha de encima suyo, bajó de la cama, yo hice lo mismo.

Ella me toma de la mano y me guía fuera de la habitación y escaleras abajo hasta llegar a la cocina, donde están sus padres y su hermano.

Señala al chico de al menos unos veinti tantos años.

—El es mi hermano Ethan, ella es mi madre Carol y mi padre Esteban.

—Hola Owen.

Espera sus padres me conocen.

—Hola.

Los saludo.

El hermano de Audrey me mira.

—Cuando soltarás la mano de mi hermana.

Suelto la mano de Audrey, ella vuelve a tomarme de la mano.

—Ethan no fastidies.

—Tengo que hacerlo, eres mi hermana.

—Anja.

Ella no le presta atención y me lleva con ella para tomar asiento.

—Te queda bien el pijama.

—Lo siento te lo devolveré.

—Na, deja eso, te queda mejor que a mi, además eres el novio de mi hermana.

—¿Novio?

—Anda si son monos, mira como hablan al unísono.

O esta bromeando?

O no sabe la verdad?

Oooo?

Sus padres se echaron a reír.

Su madre comenzó a preparar el desayuno.

—Cuentanos chico que es lo que sucede.

Mire un poco avergonzado al padre de Audrey.

—Tuve problemas en casa...

Les conté toda la verdad, no sé por qué, pero en el fondo sabía que podía confiar en ellos.

—¡Que horror! Ese hombre es un imbécil.

Espetó el padre de Audrey.

—¡Joder!

—Las palabras Ethan.

—¿Y ahora qué vas a hacer?

Mire a Ethan.

—No lo sé, no es como que tenga mucha familia por ahí a la que pedirle ayuda.

Todos guardaron silencio.

La mano de Audrey acariciaba la mía por debajo de la mesa.

Ella era lo único que evitaba que me derrumbase por completo.

—Tengo una idea.

Todos miramos a Ethan.

—Mi apartamento esta vacío, osea Betani se fue del apartamento y yo vine para aquí, así que podrías quedarte allí mientras.

—Eso esta bien hijo.

Le sonrió su madre.

—¿Qué crees?

Me miro él.

Era una buena solución.

Además no tenía donde caerme muerto.

—No sera una molestia...

—Obvio no, eres mi cuñado.

Lo estaba haciendo de broma.

—Entonces si.

Todos reímos y la mano de Audrey no dejo de acariciar la mía, mientras me sonreía.

Algo había cambiado en su mirada.

Luego de terminar de desayunar ayude a Audrey a lavar los platos.

Subimos arriba al baño ella me dio un cepillo nuevo, nos cepillamos los dientes, luego fuimos a su habitación, ella cogió su ropa y me dejo allí para que me vistiese.

Cuando estaba por ponerme la camisa, alguien toco la puerta, dije adelante, por la puerta entro Audrey completamente vestida.

Termine de ponerme la camisa bajo su mirada.

Ella se sentó frente al espejo, me acerque a ella, estaba por tomar su cepillo, cuando lo tome yo por ella.

—¿Puedo?

—¿Sabes peinar?

—Si. Pero de todas formas tu cabello es corto y es fácil de peinar.

—¿Te gustaría que lo tuviese largo?

—No, me gusta así como esta.

Ella me sonrió desde el espejo, empecé a cepillar su cabello con cuidado.

—¡Que bien lo haces!

—Cuando era pequeño a mi mamá le gustaba que la peinara.

—Yo odio tener que peinarme.

—Entonces a partir de ahora yo te peinare.

Ella asintió sonriendole desde el espejo.

—Ya esta.

—Mejor que cuando lo hago yo.

Deje el cepillo en su cómoda.

Ella me volvió a tomar de la mano.

Parezco su mascota.

No lo negaré.

Me encanta ser su mascota.

Salimos de la habitación y bajamos las escaleras, donde nos esperaba el hermano de Audrey.

Él me explico que como tengo la mayoría de edad no pasaría nada si me fuera de casa.

Ethan es abogado.

Él va con nosotros por si acaso.

Ahora mismo voy directo a recoger mis cosas.

Él mira nuestras manos y niega con la cabeza.

Debe ser que hace unos minutos atrás en el desayuno le dije que no somos novios, aún.

Ladrón de corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora