casualidades del amor

Capitulo 18

Theo

Cuando vi ese mensaje pensé que era un chiste de mal gusto, incluso pensé en preguntarle a Nicole porque le mandaban eso.

Pero recorde las veces que se desmayo, las idas al hospital y su comportamiento extraño.

Una parte de mí estaba enojada con ella por no haberme dicho antes y no dejarme ayudarla.

Pero otra parte de mí estaba llena de miedo por perderla, la habia recuperado y no podía aceptar perderla.

No de nuevo.

Apenas volvimos la dejé en casa de hermana porque sabía que necesitaba a su familia.

Y así fue, se sorprendió de ver a sus padres con su hermana pero después de que ellos corrieran a ella y la abrazaran con fuerza, se rompió un poco.

No sabia porque intentaba con tantas fuerzas no llorar pero yo no podía ocultar como me dolía esa noticia.

Después de unos minutos se separaron y sus padres me miraron.

—Mamá, el es Theo...mí novio.

Nicole me presentó algo nerviosa y yo sonreí cuando escuché la palabra "mí novio"

Me acerque a sus padres y los saludé con educación.

Su papá me miró por unos minutos en silencio y yo no sabia si estaba analizandome o solo quería intimidarme.

—Hola Theo, quieres pasar???

Pregunto Nerea apoyada en la puerta y yo me negue.

—Gracias por la invitación pero debo hacer algo.

Digo mirando a Nicole que frunce el ceño confundida.

Me despido de la familia de mí novia y ella se acerca a mí.

—A donde vas??

Pregunta con curiosidad y yo agarro su cara.

—No te preocupes por eso, volvere antes de que te des cuenta.

Digo antes de dejar un beso sobre sus labios.

Disfruto del sabor de su boca sobre la mía y me alejo después de un rato para que pueda repirar.

Después de despedirme de ella también me subi a mí auto.

Nisiquiera fui a mí departamento ese día.

Solo agarre mí celular y intente miles de veces llamar a la única persona que podía ayudarme pero el idiota no contestaba.

Y sin saber que más hacer manejé a toda velociadad pasándome cualquier semáforo que hubiera.

No sé cuánto tiempo paso hasta que llegue a mí destino y baje del coche.

Corrí hasta la enorme casa ignorando a los guardias que me pedían mí identificación y invitación de entrada.

Solo les mostré el dedo medio y cuando llegue a la puerta de la casa golpee con todas mis fuerzas la madera.

Llame y grite con fuerza tratando de que el maldito me abriera.

Y después de unos minutos golpeando las puerta está se abrió.

Lo primero que recibí fue un golpe en la maldibula que me hizo retroceder.

-Theo? Que mierda, idiota que haces en mí casa a la madrugada llamando como un loco.

Mike se pasa una mano por la cara frustrado y yo me limpio la sangre del labio

-Necesito tu ayuda.

Las palabras nunca salieron con tanta facilidad como ahora.

Y la sorpresa en el rostro de mí hermano fue tanta que temi que se desmayara.