La seccion H II

cap 4 : Peligrosa primera noche

Capitulo 4: Peligrosa primera noche

DongHae y HeeChul, eran los últimos que se quedaron abrazando la noche, luego de un ajetreado día. Sus rostros denotaban tanto la preocupación de la que estaban sometidos, como el cansancio mismo. 

Habían parado en un bar, donde hace media hora ocupaban una mesa de la terraza, bebiendo el licor más fuerte ofrecida por la casa. Al menos sus ánimos, mostraban que el alcohol estaba teniendo su efecto ya. Las risas a momentos se mezclaban con el humo del tabaco, de la mesa contigua, pero el viento terminaba por llevarse a ambas. En aquel momento, sus rostros se ensombrecían y los suspiros iban uno tras otro. 

En cuanto el garzón encargado de su mesa, les traía la segunda botella, el celular de DongHae comenzó a vibrar. El mayor le dedico una mirada rápida al remitente de la llamada, para luego contestar. 

― Vaya ¿ya cambiaste de opinión? – pregunto con anticipación el mayor, bajo los efectos del alcohol 

― No es eso, ocurrió algo – dijo YeSung, el encargado de la llamada. 

DongHae se puso serio, en lo que podía claro, mirando como HeeChul llenaba su vaso con el nuevo licor traído. 

― ¿Más problemas? – Cuestiono DongHae – pareciera que de a poco las estamos atrayendo – agrego con sarcasmo 

― RyeoWook no está en casa ¡ha desaparecido! - exclamo dejándose llevar por la desesperación y la angustia 

― ¡¿Cómo?! 

― Cuando llegue todo parecía en orden, lo llamo pero no me respondió, así que lo busque y luego me di cuenta que las llaves no estaban 

― Entonces… ¿escapo? – repuso el mayor, haciendo gala de sus grandes pensamientos del momento 

― ¡No seas idiota! – exclamo YeSung 

― ¿Por qué mejor no vienes y arreglamos tu problema sentimental? – inquirió el peli rojo, gritando para ser oído desde la otra línea 

YeSung le colgó luego de aquello, DongHae no supo si el enfado lo había llevado a cortar o era una señal de acatar el consejo de HeeChul. De todas formas, ahora habían adoptado un nuevo problema en sus expedientes del día. 

Ambos siguieron bebiendo, con un nuevo tema para discutir o quizás bromear. Ninguno tenía la intención de compartir un problema más que los atormentara, por lo que hasta en ese momento, no le habían tomado el peso a lo acontecido. Dejaron que las manijas del reloj siguieran su transcurso, para luego marcar una nueva media hora, sentados en el mismo lugar. El rostro de DongHae cambio, cuando la figura imponente de KangIn, se veía reflejado en sus ojos. Un viento refrescante de atardecer, acaricio los cabellos del macizo, apenas llego a su mesa. 

El mayor se pregunto si había bebido mucho, como para estar viendo alucinaciones, pero luego se corrigió, siendo que ese efecto era más probable con la ingesta de drogas, casi estaba lejos en ese momento. 

― Tu… 

No sabiendo como completar la frase, DongHae prefirió callar, mientras admiraba aquel cuerpo, frente suyo. 

― Tenemos veinte minutos para escapar. Claro si les interesa permanecer vivos – dijo KangIn, con una pequeña dificultad para hablar con fluidez y respirar con normalidad 

En aquel entonces, el mayor repuso en la sangre impregnada en el rostro de KangIn y como sus manos goteaban de aquel liquido escarlata. El macizo presentaba severas heridas en su labio inferior- que estaba hinchado por lo demás- como en su ojo izquierdo, que ahora se coloreaba de un morado oscuro.