Capítulo 6: El circulo

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La voz de KiBum se disolvió como su miedo que lo había consumido por unos segundos al ser descubierto. La gruesa voz del guardia, de seguro había llegado a los oídos de su sirviente y había cortado la llamada rápidamente para no delatarle. Él sabia que siendo capturado traería más problemas a las ya obtenidos al emprender el viaje largo hacia SungMin, y las consecuencias serian devastadoras, teniendo en cuenta que a pocos minutos, RyeoWook seria vendido.


No podía dejar solo a KiBum en esto. Ni mucho menos a RyeoWook.

Cuando sintió ardiendo su piel con el toque del guardia haciendo presión en su brazo, apresurándole a caminar, cerró sus ojos y sintió la energía apoderarse de su cuerpo. La última vez que había utilizado su poder había sido para proteger a SungMin. Nunca olvidaría el temor en los ojos del castaño cuando vio su verdadera identidad. Ojos rojos, el color de la sangre, en un momento había ahuyentado a SungMin. 

Tomo con su mano izquierda la otra del guardia y la dio vuelta con sutileza pero mucha presión, provocándole al otro un sufrimiento que se encargo de disipar de inmediato, teniendo que retroceder unos metros para alejarse de KyuHyun. 

― ¿Qué pasa? ¿No quieres llevarme? – dijo con voz sarcástica KyuHyun, retando al guardia que parecía molesto. 

― Ojos rojos – susurro el guardia con recelo – tú no eres un vampiro cualquiera. 

― Parece que no tienes buena memoria, supongo debo presentarme nuevamente, soy Cho KyuHyun – dijo el peli azabache haciendo una venia imitando a los grandes actores en un teatro. 

El guardia se sorprendió al escuchar su nombre, pero luego recobro la compostura y sonrió sarcástico. Para reclusos como el, que se habían ganado la vida a base de sus puños, tener la satisfacción de enfrentarse a uno de lamonarquía era un placer, incluso más que cuando salió de la correccional. Era una brecha que siempre había existido por el dinero. El que todo lo que tiene contra el que no tiene nada. 

El guardia corrió hacia KyuHyun, extrayendo una navaja de su bolsillo trasero. KyuHyun fue rápido al moverse hacia un lado, cuando la navaja venia en dirección hacia su rostro. Algunos de sus cabellos flotaron el aire para luego caer en el piso. Era una demostración del filo de aquella navaja y lo rápido que había sido KyuHyun al desviar aquel ataque, que por segundos, estuvo a punto de probar su sangre. El hombre volvió al ataque, obligando a KyuHyun a retroceder más y más, buscando un punto débil donde atacar. Estaba dejándose ser la presa y no le agradaba. 

― Me habían dicho que al parecer tenias alguna conexión con uno de los humanos de adentro, ¿Qué hace uno de lamonarquía con un humano? No me vengas con esas estupideces de que ahora ustedes tienen corazón – dijo el guardia, con sed de venganza en los ojos 

KyuHyun logro darle un puño en su estomago, haciéndole escupir saliva al otro. Ambos se detuvieron. 

― No necesito guiarme por el corazón, sino por la razón – dijo KyuHyun. Sorprendido, KyuHyun miro con los ojos dolorosos al guardia que a pesar del buen golpe que había sufrido, parecía tenerlo de hierro, pues se había respuesta tan rápido, que había tomado del cuello a KyuHyun, comenzando a ahorcarlo. 

― Pensé que seria más difícil, pero veo que eres igual a todos – rio el guardia – cuando comienzas a velar por otros, te olvidas de tu propia seguridad, esa es tu tumba 

El guardia comenzó a reír, pero luego se detuvo al percatarse del cuerpo inerte de KyuHyun. No forcejeaba, no decía nada ¿Por qué? ¿No tenia miedo de morir? 

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