Capítulo 10 - No te dejare morir

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Capítulo 10: No te dejare morir

Mientras corría, sentía una extraña sensación molestando en su pecho. ¿Y si ya era demasiado tarde? 

Había llegado demasiado lejos como para ver morir a SungMin. Había matado a tanta gente en menos tiempo de la que había participado como miembro de la orden. Incluso había dejado atrás a la persona que verdaderamente apreciaba; DongHae. Todo el tiempo había estado cegado por encontrar a SungMin, que si su objetivo ahora se desvanecía, nada tendría sentido. 

KiBum estaba debatiéndose entre la vida y la muerte. Si moría, nunca se lo perdonaría. Estaba siendo demasiado egoísta, anteponiendo sus intereses personales antes que la amistad. 

Se detuvo cuando ya había asumido que los había perdido de vista. 

Dejo escapar una maldición, mientras observaba hacia atrás. Como un loco había corrido dispuesto a matar al maldito que había herido a KiBum, pero ahora estaba preocupado de haberlo abandonado de esa forma. Aunque volver atrás no era una opción. 

Avanzar solo era bastante peligroso, sobre todo ante la oscuridad en la cual se sumergía y en cuanto pasillo se había metido, pero hace mucho tiempo que no conocía el miedo. 

Camino a paso lento, agudizando su audición para no encontrarse con sorpresas como la vez pasada, y en ese instante una pequeña rata gris llego a sus pies. Hubo un intercambio de miradas, y luego la rata emprendió una gran corrida. KyuHyun la siguió por mero instinto y se sorprendió al verla meterse por un pequeño agujero de la pared. Su mirada subió, encontrándose con una puerta vieja de madera. La puerta parecía tener un gran letrero invisible que decía ‘Ábreme’, incitándolo a la acción. 

Cuando abrió la puerta se abrió, con un pequeño sonido, provocando que su presencia no fuese desapercibida, se encontró con la incertidumbre rodeándolo nuevamente. 

Sus ojos se encontraron con una cama vacía y desordenada. Un pequeño mueble donde solo podía caber un reloj despertador y un vaso de agua. Y un espejo. Si, el espejo roto que había capturado su atención apenas había inspeccionado la habitación. Alguien había permanecido allí, ¿Por cuánto tiempo? No estaba seguro, pero esa cama le decía, había sido ocupada antes que el llegara. 

Dio algunos pasos hacia el interior de dicha habitación. Algo se le hacía familiar, pero no sabía que. Jamás había estado allí, de hecho, nunca imagino que existieran ese tipo de lugares entre el subterráneo abandonado de trenes. 

El espejo roto estaba tan abandonado como las únicas cosas que decoraban la habitación. Estaba algo sucio y quebrado desde el extremo derecho superior hasta casi la mitad terminando en la parte izquierda. Había pequeños trozos de vidrio cerca del espejo en el suelo. Como si alguien lo hubiese roto a propósito. KyuHyun se agacho, tomando algunos pedazos y luego, cuando subió la mirada al espejo, dos personas, un hombre y una mujer, se posicionaron detrás de él. Abrió la boca, pero no alcanzo a formular alguna expresión, un fuerte golpe había sido proporcionado por el hombre sobre su nuca, haciéndole perder la conciencia. 

El tiempo era una variante que para KyuHyun hace mucho había dejado de existir. Para el, solo existía el día y la noche. Por supuesto, estaba sujeto a cambios, como el día siendo noche al mismo tiempo, fenómeno comúnmente llamado ‘Eclipse solar’. Mientras el día seguía siendo día, KyuHyun sentía que podía seguir respirando alivio en sus pulmones. 

Cuando despertó, miro aun medio aturdido, bajo los efectos del gran golpe que lo había noqueado, el lugar donde se encontraba. Quería ver luz, pero todo era oscuridad. 

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