NuNew ha sido mi mejor amigo desde que teníamos dos años. Hacemos todo juntos, por eso me sentí... raro cuando a los dieciséis años descubrí que es gay. ¿Cómo puede NuNew ser algo que no soy?
Pero ahora se va a casar... con un chico con el que lleva...
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Mátame ahora.
Me dolía la cabeza y ni siquiera había abierto los ojos todavía. Estaba bastante seguro de que no quería hacerlo, y no del todo convencido de poder. Solo sabía que estaba vivo porque me sentía como si estuviera muerto, y pensé que, si realmente estuviera muerto, no lo sentiría.
A mi lado salió un gemido profundo y masculino que reconocería en cualquier parte. Al menos yo no era el único que se sentía como una mierda.
—Mátame ahora —gritó NuNew con voz áspera como el papel de lija.
—Literalmente pensé exactamente lo mismo.
Abrí mis ojos. Había pateado las mantas en algún momento porque eso es lo que hacía. Llevaba los bóxer negros que había usado la noche anterior y nada más.
—Odio cuando tiras las mantas al suelo.
NuNew las alcanzó y me di cuenta de que él también estaba en ropa interior. Llevaba ropa interior, un cruce entre calzoncillos y bóxer, y mucho más cortos que los míos, que llegaban hasta la mitad del muslo. Cuando se inclinó hacia adelante, pude ver la parte superior de su culo. Los músculos de su espalda se movieron y luego volvió a acostarse.
Aparté la mirada porque... bueno, porque no necesitaba mirarlo así y no estaba muy seguro de por qué lo hacía.
—Hace calor, Nu. Y cuando duermo me da calor. Tú lo sabes.
—Sí, pero a mi no, así que ¿por qué me las quitas?
Traté de llegar a una respuesta rápida pero no tenía nada. Tenía demasiada resaca para pensar. Dios, tenía que mear. Me empujé fuera de la cama... en la suite de luna de miel, porque así es como estaríamos rodando durante la próxima semana, y entré al baño.
Empujé la puerta para cerrarla parcialmente, dejándola abierta solo un par de centímetros mientras sacaba mi polla y lo soltaba.
—Oh, Dios mío. ¿Hay algo más asombroso que la primera orina de la mañana?
NuNew soltó una carcajada.
—¿Debería hacer una lista?
—O no podrías ser tan literal.
—O tú no podrías ser tan literal —se burló. En el fondo teníamos básicamente doce años de corazón, y me encantaba.
Terminé y me lavé las manos antes de entrar y colapsar a su lado en la cama de nuevo.
—Bebí mucho. No recuerdo nada más allá de salir del hotel porque queríamos beber en tantos lugares como fuera posible.
Estaba bastante seguro de que parte de eso se debía a que NuNew había estado triste. Sí, no casarse con Imbécil había sido la decisión correcta, aparentemente para ambos. NuNew no estaba enamorado de él, pero eso no cambiaba el hecho de que había venido a Las Vegas comprometido y planeaba irse casado y ahora no lo estaba. Estaba atrapado en su luna de miel con su mejor amigo heterosexual, quien claramente era malditamente genial, pero de nuevo, no era lo que había planeado.
