NuNew ha sido mi mejor amigo desde que teníamos dos años. Hacemos todo juntos, por eso me sentí... raro cuando a los dieciséis años descubrí que es gay. ¿Cómo puede NuNew ser algo que no soy?
Pero ahora se va a casar... con un chico con el que lleva...
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Mis pies no podían alejarme de Zee lo suficientemente rápido, mientras todo dentro de mí, especialmente en mi pecho, me rogaba que me diera la vuelta y regresara, que lo agarrara, lo besara y aprovechara lo que fuera que me estaba ofreciendo.
La cosa es que eso probablemente terminaría con mi corazón roto.
Además, Zee era un hijo de puta terco, por lo que me perseguía a pesar de todo.
—¡NuNew! ¡Espera! —Pero seguí moviéndome, seguí caminando hasta que llegué al ascensor, que por supuesto tardó toda una vida en llegar—. ¿Oye, qué estás haciendo? ¿Por qué corriste?
—Me besaste —dije, como si eso no hubiera sido obvio.
—Sí, yo estaba allí.
—También se supone que eres heterosexual.
—Eso tampoco me impidió casarme contigo. Tenía un punto allí, pero aún así. —No puedo hablar de esto aquí abajo. Pero también necesito que te lo tomes en serio. Es…
Era diferente para mí.
—Lo sé —respondió, pero ¿lo sabía? Si era así, ¿qué significaba que nunca hubiera mencionado saber cómo me sentía? ¿Y por qué estaba haciendo algo ahora?
El ascensor finalmente volvió a bajar. Las puertas se abrieron, salió un grupo de muchachos y nosotros entramos. No hablamos en todo el camino hasta nuestro piso. Cuando llegamos a la habitación, entré primero. Me dirigí a la ventana, mirando el océano. Estaba tan oscuro que parecía negro.
Cerré los ojos cuando Zee apareció detrás de mí. Presionó su frente contra mi hombro, sostuvo mi cintura.
—No sé qué me pasó. Me mató verte bailar con él. Sé que es estúpido, pero no dejaba de pensar... es mío... es mi marido, mi NuNew, y esta es nuestra luna de miel. Lo que entiendo es una puta locura. Se suponía que te ibas a casar con otro hombre. Esto no es nuestro. Yo solo estoy de paso.
Abrí la boca para contrarrestar lo que dijo, pero Zee se anticipó, levantó el brazo y presionó sus dedos en mis labios.
—Shh, no he terminado Odiaba al Imbécil, y no por nada que haya hecho mal aparte de tenerte. Me mató apoyar tu matrimonio, ser tu padrino. No podía entender qué estaba mal conmigo, solo sabía que se sentía mal. Te sentías como mío.
Mi corazón latía tan fuerte que me preocupaba que pudiera atravesar mi pecho. Suspiré. ¿Cuántas veces había deseado que me dijera algo así? Había esperado y rezado para que Zee me quisiera…
—Es porque estás celoso, no porque realmente me quieras. Te sentías inseguro acerca de lo que significaba mi matrimonio para nuestra amistad, y eso causó problemas con Jack. Ahora... no sé. Estás atravesando los sentimientos confusos de eso; oh, y está el hecho de que estamos casados. Pero todo eso no significa que de repente quieras empezar a besarme cuando no te interesan los chicos.
