11. Príncipe Dragón.

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En solo dos días habían llegado a Deepwood Motte, ahora Daenys era quien lideraba el grupo y los guiaba a la fortaleza, ella conocía muy bien el camino, los soldados que los acompañaban la habían dejado tomar el liderazgo y de vez en cuando la aconsejaban.

Aemond, más allá de estar molesto o irritado, se sentía incluso atraído hacia Daenys, cosa que antes no sentía pues buscaba un matrimonio con ella solo por petición de su madre, para así poder fortalecer su casa.

Al ver el nuevo enfoque de Aemond, Aegon se había prometido impedir ese matrimonio a toda costa, incluso si debía hacer equipo con Jace. Durante el viaje se había ofrecido a ayudar a Jace, claro, de manera discreta y evitando a toda costa que Aemond o Daenys lo escucharan.

Al principio Jace se notaba desconfiado, pero luego aceptó la ayuda y los consejos de Aegon.

El primero fue dicho de forma inmediata: "Deja de actuar como un idiota, solo la espantas. Tratala como siempre", le había dicho Aegon a Jace y se había alejado tan pronto como pudo.

Al principio Jace no quería escucharlo, pero terminó haciéndole caso y abandonó sus actitudes "ridículas" como decía Aegon y había regresado a tratar a Daenys como siempre, ahora era él quien viajaba a su lado y ella parecía estar muy a gusto.

Al llegar, fueron recibidos por el hijo de Lord Glover, se llevaron a sus caballos para descansar y los dirigieron al gran salón de Deepwood Motte en el que esperaban Lord Glover y Cregan.

Al ver a su hermano, Daenys no dudó en correr a abrazarlo, no le importaba que Cregan intentará apartarla o que estuviera enojado, ella estaba feliz de verlo. Para su sorpresa, Cregan correspondió el abrazo.

—Dioses, Daenys —exclamó Cregan separándose—. ¿Que haces aquí?

—Vine por ti —respondió Daenys frunciendo el ceño ligeramente—. Es muy tonto lo que hiciste.

—¿Cómo padre te dejó venir? —preguntó Cregan confundido.

—Jace y Aemond se ofrecieron a acompañarme y protegerme —respondió sonriente y giró para mirar a los nombrados—. Aemond ofreció a sus guardias para acompañarnos y padre ordenó a cinco hombres más venir con nosotros.

—¿Y que hacen Aegon y Lucerys aquí?

—Padre dijo que tenían que venir para aprender a trabajar en equipo —respondió Daenys y rodó los ojos.

Cregan sonrió y cubrió sus hombros —¿Y como va eso? —preguntó mientras avanzaba hacia ellos.

—No va tan mal —admitió Daenys sonriendo de lado.

Cregan asintió y miró a los príncipes frente a él, les asintió en agradecimiento y les sonrió de lado.

—Les agradezco por acompañar a mi hermana y protegerla.

—No fue nada —dijo Jace sonriéndole.

—Estoy seguro de que ella habría venido con o sin nosotros —aseguró Aemond.

Cregan asintió —Lord Glover dijo que los recibiría hasta que tengamos que partir de nuevo.

—Así es —aseguró Lord Glover—. Supongo que deben tener hambre, llegan en el momento justo, ya están sirviendo el almuerzo.

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—Si estabas molesto debiste hablar conmigo —regañó Daenys mientras caminaba junto a Cregan.

—No quería hablar contigo.

—Eso es bastante obvio, Cregan —dijo Daenys y rodó los ojos.

—No quería hablar contigo porque sé que a veces mi enojo nubla mi juicio, hermana —explicó Cregan y le sonrió de lado—. Y sé que mi enojo no tiene justificación, así que quiero disculparme contigo.

El Lobo y el Dragón - Aegon Targaryen.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora