—Con este tema, seguro podré impresionar a algún profesor— Fantaseó Ashika en voz alta— ¿Quién sabe? Quizá pueda ser el impulso que necesito.
—¡Oye, Ash!— Avisó Kate doblando la esquina con una pila de libros entre sus manos— ¡Hazme espacio, rápido!
Apresurada por su amiga, intentó mover su bolso de encima de la mesa y terminó tropezando, cayendo ella, su amiga, y los libros de ambas con un fuerte estruendo.
—¿Qué pasa por aquí? ¿Estáis bien?— Preguntó preocupadamente la voz de un chico.
El joven removió los tomos que las cubrían para posteriormente tenderles una mano para que se levantaran.
—Gracias.
—No hay de qué, Ash, Kate.
No lo había notado hasta ahora, pero sabía que había oído esa voz en alguna parte. Se trataba de uno de sus compañeros de universidad: Yohan. Él era alto, notablemente más alto que ellas dos, también era atlético, se notaba a simple vista que era deportista. Con un corto, pero bien arreglado cabello color castaño y una barba de tres días del mismo color crecía en su rostro. Con rasgos delicados en sus ojos, nariz y boca, definitivamente un joven bien parecido.
—Oh, Yohan— Saludó Kate, limpiándose el polvo de la ropa— ¿Y eso tú por aquí?
—También estudio, estaba en la sección de idiomas y oí el estruendo. Así que vine corriendo.
—Ya veo, gracias.
—Ya dije que no hay de qué— Dijo Yohan haciendo un gesto despreocupado— Es más, os ayudo a recoger todo este desastre.
—¡No tienes por qué molestarte!— Se alarmó Ashika avergonzada— No queremos interrumpir tus estudios.
—No es molestia, quiero hacerlo.
Sin escuchar el resto de las excusas, Yohan se agachó para recoger los tomos que se habían caído. Resignándose a convencerlo de lo contrario, Ashika y Kate decidieron ayudarlo para así terminar más rápido.
—«Antología Sobre las Artes Místicas»— Leyó el joven en voz alta, recogiendo el recién nombrado tomo— Has elegido un tema bastante peculiar para tu próximo trabajo.
—Tengo la impresión de que este tema me llevará lejos.
—Bueno, como digas.
Después de recoger el desastre de libros de sus dos compañeras, Yohan se marchó a su sección de la biblioteca nuevamente. Kate abrió un libro de los suyos, empezó a devorar con la vista todas sus letras, hasta que eventualmente se perdió en él mientras tomaba algunas notas. No deja de sorprenderme ese nivel absurdo de concentración, pensó nuestra pelirroja abriendo sus libros también. Empezó directamente por el plato fuerte, «Antología Sobre las Artes Místicas».
«Las artes místicas, decía el prólogo, nacieron tras el gran cataclismo en el siglo XXI. El cambio dentro del cuerpo humano, en la naturaleza o en la realidad misma, que provocó su surgimiento todavía nos es desconocido hasta el día de hoy. El objetivo de esta colección es brindar al lector la máxima información posible sobre el tema, de acuerdo a testimonios, escritos, e investigaciones competentes que puedan ilustrar al lector.»
Pasó la primera página, en la segunda la recibió el primer capítulo titulado: «ABC de las artes místicas». «Primeramente, es el deber de nuestro colectivo de autores el brindar algo de conocimiento básico sobre las artes místicas, estaba escrito. Se le llama arte mística al acto de controlar un material o elemento de la naturaleza con la nueva energía surgida tras el gran cataclismo, llamada Aether por los estudiosos del tema. Sin embargo, las artes místicas están divididas de acuerdo al elemento que son capaces de manipular. En la actualidad se conocen siete tipos de artes místicas, y el nombre de cada una hace alusión al o los elementos que pueden controlar. Todas serán mostradas y caracterizadas en los siguientes epígrafes.»
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Technomancy #PGP2024
FantasyLa tecnomancia es el arte de controlar la tecnología, una de las siete artes místicas que existen en el mundo. Con ella presente, ¿es posible imaginarse un futuro sin tecnología? Pues en el año 2271, la humanidad vive en una ausencia casi absoluta d...