A pesar de que estaba decidida a hacer las paces con ella, fue difícil suprimir el nerviosismo que dicho acto le provocaba. Vamos, es la Kate de siempre, pensó Ashika, sólo salúdala.
—Hola…— Dijo Ashika torpemente mientras se acercaba— Yo, bueno, pues…
—¡Lo siento mucho!
—Me quería discul… Espera, ¿qué?
Sin dejar a nuestra pelirroja procesar lo que acababa de escuchar, fue atrapada en el abrazo de una llorosa y arrepentida Kate.
—¡De verdad lo siento! ¡No debí haberte presionado a contarme lo que te sucede!
—¿De qué estás hablando? ¡Soy yo la que debería disculparse! Tampoco debí sacarte en cara lo de tu familia.
—¿De verdad no estás enojada conmigo?
—Más que enojada, estoy dolida. Podría preguntarte lo mismo, pero viendo tu reacción parece que el sentimiento es mutuo.
Kate sonrió mientras se enjuagaba las lágrimas y apretó aún más el agarre de su abrazo mientras alzaba a su pequeña amiga en el aire.
—¡Oye, bájame!— Gritó Ashika mientras era apretujada como si fuese un gato— Sé que de verdad me extrañaste, pero esto es demasiado.
—Sólo déjame abrazarte un rato más, ¿está bien?
Ashika suspiró, cediendo a la infantil propuesta. Cuando Kate estuvo satisfecha, la dejó ir, justo a tiempo para la llegada del señor Liveratio y sus interminables conferencias. Como era costumbre, el profesor se dio gusto dando su clase, tomando al menos unas cuatro horas para que al fin acabase.
—¡Por fin! ¡Libertad!— Exclamó la joven pelinegra, estirándose— Pensé que me iba a quedar dormida.
—No extrañaba estas conferencias, la verdad.
—¿Vamos a almorzar a algún sitio? Yo invito.
—Kate, ¿te sientes bien? La Kate que yo conozco es una tacaña decidida.
—¿Tan mala opinión tienes de mí?
Ashika soltó una risita traviesa ante el comentario.—Por supuesto que no, pero es raro que me invites sabiendo cuánto como.
—Es que quería hablar contigo—Dijo Kate con seriedad— Es hora de contarte sobre mi familia.
—No tienes necesidad, si es un tema delicado…
—No, creo que al menos mereces saber un poco más, ¿no lo crees?
Convencida por estas últimas palabras, Ashika decidió aceptar la invitación de su amiga. Habían ido al restaurante al que iban siempre y a nuestra pelirroja le fue dicho que podía ordenar lo que desease. Después de que llegaran las órdenes y el camarero se retirase, la joven pelinegra por fin habló con un tono melancólico en su voz:
—Hay una razón por la que nunca hablo de mi familia.
Ashika interrumpió su comida, dispuesta a prestarle toda la atención a su amiga.
—Soy huérfana, mis padres murieron hace ya un buen tiempo.
—Kate… yo… no lo sabía.
—No tienes necesidad de disculparte, apenas los recuerdo, de todos modos.
—¿No tienes ningún otro pariente?
—No, tampoco tengo hermanos.
—¿Quién te cuidó entonces? ¿Cómo lograste pagar la matrícula?
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Technomancy #PGP2024
FantasyLa tecnomancia es el arte de controlar la tecnología, una de las siete artes místicas que existen en el mundo. Con ella presente, ¿es posible imaginarse un futuro sin tecnología? Pues en el año 2271, la humanidad vive en una ausencia casi absoluta d...