Capítulo 4: Sed de sangre II

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Más y más pedradas volaron apuntando a hacerlos caer, pero Watch se balanceaba entre los edificios usando paredes y techo como suelos temporales mientras esquivaban los disparos de Sombra Veloz. Pero aún así, no fue suficiente para escapar de su implacable perseguidor. Uno de los tiros por fin alcanzó su objetivo y golpeó al tecnomante justo en el hombro mientras se preparaba para balancearse para cruzar otro tejado de un salto.

El fugaz pero repentino dolor lo paralizó por el tiempo suficiente para que perdiera el equilibrio y cayera hacia la callejuela que había justo debajo. Con una reacción rápida, logró aminorar la caída de ambos usando la pared como apoyo temporal. Pero incluso con eso, no habían tenido un aterrizaje suave en ningún sentido de la palabra. Ashika estaba mareada por la fuerte estampida, no se había lastimado seriamente, pero esto seguramente dolería mañana. Su agitada visión captó la luz de un fuego, no, de una linterna de aceite. Observando las siluetas azuladas que se acercaban, entendió rápidamente de qué se trataba.

La patrulla se acercaba en su ronda nocturna los vio, enseguida los gritos de miedo y furia se propagaron mientras los soldados preparaban sus armas. Eran seis esta vez.

—¡Dos tecnomantes!— Exclamó uno— ¡Traigan refuerzos, rápido!

Un miembro de la patrulla salió corriendo en la dirección por la que habían llegado.

—Mierda.

Watch se levantó aturdido, mientras veía al soplón escapar para dar la noticia, no podría detenerlo. Como estrella caída del cielo, Sombra Veloz saltó desde el tejado, aterrizando con una certera patada en la cara del que pensaba complicar todo este asunto. Producto de semejante golpe, fue derribado fácilmente, quedando con el desconocido usando su pecho como alfombra.

—¡Oh, es otro artista místico!

—¡Estamos salvados!

—¡Ayúdenos a detener a estos tecnomantes!

Sombra Veloz no respondió con palabras, en su lugar, posicionó su pie sobre la cara del que recién había tumbado.

—Artista místico, espere un poco, ¿¡qué cree que hace!?

Ignorando los murmullos aterrados del soldado, Sombra Veloz pateó su cara sin dudar. Solo ese golpe la desfiguró casi por completo, tenía los labios partidos, la nariz doblada y había perdido varios dientes frontales. Sombra Veloz pisoteó de nuevo, otra vez más, otra más y otra. Cada pisotón salpicaba sangre, carne y huesos del pobre miembro de la patrulla mientras su cabeza era destruida por el pie del desconocido. Ashika solo pudo mirar horrorizada mientras los sesos, salpicaban todo el lugar, y el charco sangriento se extendía lentamente por el suelo, reflejando la bella luz de la luna con un carmesí aterrador.

Sin haberse dado cuenta, había empezado a temblar. Con sus botas empapadas en sangre y astilladas por los pequeños trozos de hueso del cráneo, Sombra Veloz levantó la mirada de su víctima y los enfocó a todos ellos. Un escalofrío subió por su columna vertebral, nuestra pelirroja temió por su vida como nunca antes y sintió como casi todos a su alrededor estaban pensando lo mismo. El ligero murmullo del chapoteo de la sangre resonaba con cada paso que daba para acercarse a ellos, se acercaba despacio, con la mayor calma. Los soldados se tensaron del miedo y levantaron sus temblorosas alabardas, apuntándolas hacia él.

—R-r-ríndete— Logró decir el líder— S-s-si te en-ent-entregas, la corte será suave con tu juicio.

Sombra Veloz alzó una mano y todos entraron en pánico, temblando más que nunca. Sin embargo, él sólo mostró su dedo índice. Con la misma calma de recién, lo agitó en señal de negación. Luego recorrió su cuello con él cual cuchilla, haciéndoles ver que no había escapatoria.

Technomancy #PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora