Capítulo 19

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Por la mañana...

Habían sido años muy difíciles, estaba agotada tanto física como mentalmente. Pensaba que la vida la odiaba profundamente y sin razón. Siempre trató de ser una buena hija, madre y esposa. Nunca fue desobediente a sus padres, ni siquiera cuando la obligaron a casarse con alguien que no amaba. Le fue fiel a su esposo en todo momento, cuidó y amó a su hijo con toda su alma. Ella era una buena mujer, la vida fue muy injusta.

Aunque sus padres sabían de los abusos de su esposo, nunca hicieron nada para ayudarla, la dejaron sola cuando más los necesitó y eso terminó de matar su alma. Sólo tenía corazón para su hermoso hijo, el único recuerdo que tenía de su verdadero amor.

Sentada en el comedor de su enorme cocina, pensó en las muchas ocasiones que tuvo para poder escapar de ese infierno, pero Dong-Wook la tenía amenazada con matar a su hijo. Nunca entendió el porqué de tanto odio hacia una bebé que no tenía la culpa de nada. Jungkook siempre fue un buen niño, amaba a su padre aunque éste nunca demostró una pizca de amor por él. De niño, siempre que sacaba buenas calificaciones llegaba corriendo eufórico y feliz a mostrárselas, recibiendo un "Buen chico" de parte del hombre.

Pasó los años viendo a su hijo mendigar un poquito de cariño de parte de ese hombre frío y malhumorado. Nunca quiso que su hijo pasara ningún desprecio, pero no tenía de otra, y decir la verdad no era una opción.

Esa mañana su esposo había dormido hasta tarde y aún no se levantaba, agradeció internamente por eso. Últimamente estaba de muy mal humor y los golpes eran más fuertes. A pesar que el hombre estaba en sillas de ruedas, siempre la tomaba por su largo cabello y la golpeaba hasta más no poder. Tenía un año sin salir de su casa, las compras las hacía la empleada. Y es que Dong-Wook le prohibió tener contacto con otras personas y la encerró como si de una delicuente se tratase.

Si tan sólo pudiera devolver el tiempo e irse lejos con aquel hombre que demostró que la amaba por sobre todas las cosas, nada de eso estuviera pasando, y sobre todo, él estuviera vivo.

—¿Dónde está mi desayuno? —Se escuchó la voz aterradora de su esposo— Muévete, tengo hambre.

Ella asintió sin decir una sola palabra, le dedicó una sonrisa forzada y se levantó en busca de la comida.

Él la miró detenidamente, contemplando lo que según él decía "Su obra de arte". No sintió compasión ni siquiera al verla que no podía caminar correctamente, ya que días anteriores casi le rompió la pierna con un bate, sólo porque ella estaba distraída viendo por la ventana y no le prestó atención a lo que él le estaba diciendo.

Tenía que pagar su frustración con alguien.

—Aqui tienes —Habló bajito, dejando un plato de comida al frente de Dong-Wook, en la mesa del comedor— Buen provecho.

—¿Y tú no vas a comer? —Preguntó en tono brusco.

—No tengo hambre, no te preocupes —Sonrió.

—Por mi muerete de hambre —Dijo con desinterés y comenzó a comer.

Ella asintió nuevamente y se sentó en el otro extremo de la mesa que daba vista a la ventana, pero estaba atenta a cualquier cosa que decía su esposo, para evitar otro acontecimiento no deseado.

Pero su cara de asombro fue muy notoria al ver a un chico que conocía perfectamente pasar al frente de su casa.

No podía ser cierto...

¿Por qué justo ahora?.

Su esposo, quien la estaba observando desde que comenzó a comer, frunció el ceño al ver como trató de disimular su rostro lleno de asombro y confusión. Eso hizo que la rabia corriera por sus venas, ¿qué estaba escondido? ¿por qué se veía tan nerviosa?.

Pecado/ Kookmin⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora