En aquella sala de hospital, estaban los señores Jeon con sus rostros tan serios como siempre, no demostraban ningún eje de preocupación por su hijo, ni saber que estaba entre la vida y la muerte los hizo mostrar algo de compasión. Y no era que la señora Jeon no estuviera preocupada, pero tenía que actuar frente a su marido para no ser maltratada.
Desde siempre quiso abrazar a Jungkook y decirle que estaba de acuerdo con su felicidad, que no importaba a quien amara, ella sólo quería que fuera feliz, pero no podía, su marido la mataría.
Jeon Dong-Wook estaba leyendo el periódico cuando el doctor salió de la habitación de Jungkook.
—Familiares de Jeon Jungkook —Llamó el doctor, el señor Jeon solo levantó la mirada y asintió— Su hijo se encuentra en estado crítico, perdió muchísima sangre, necesita una transfusión de emergencia.
—¿En este hospital no tienen sangre de reserva para eso? —Fue lo único que preguntó.
—El tipo de sangre de su hijo no es común, señor, no tenemos —Explicó el doctor.
—Dong-Wook, tu eres el único que puede hacerlo —Comentó La madre de Jungkook, pero su voz salió más bien como si estuviera fastidiada.
—No lo haré, si el quiso quitarse la vida entonces puede ser que se le cumpla —Expresó desinteresado.
La señora Jeon sólo quería arrancarle la cabeza.
—¿Dejará morir a su propio hijo? —Preguntó el doctor aún sin creerlo.
—Debo irme, si vive o muere me avisan —Expuso levantándose de la silla— Dios castiga a los que pecan y Jungkook ha pecado.
—¡Es su hijo! —El doctor tenia sus ojos acuosos.
—Dejó de ser mi hijo desde el momento en que decidió amar a otro hombre —Dicho eso, salió del lugar a pasos firmes.
Ji-Hye vio a su esposo irse y pensó que era momento de hablar.
—Doctor, no tengo mucho tiempo, pero necesito que consiga esa sangre —Ordenó— Le doy el dinero que quiera, pero salve a mi hijo.
—Haré lo posible —El doctor se sintió aliviado— No se preocupe.
—No envié a nadie a mi casa, yo vendré de noche cuando mi marido se duerma —Susurró— Cuide a mi hijo, se lo imploró.
—No se preocupe, lo salvaremos. —Aseguró.
—Muchas gracias —La mujer hizo una reverencia y salió rápido.
Al llegar al auto, su esposo la estaba esperando.
—¿Donde estabas? —Preguntó enojado.
—Fui un momento al baño —Su semblante era frio y sin emoción alguna— Ya vámonos, este lugar apesta.
Dong-Wook asintió y ambos subieron al auto.
—He estado pensando en algo estos últimos días —Ji-Hye rompió el silencio— Si Jungkook sobrevive, deberías entregarlo a la iglesia.
—Jungkook cometió un pecado grande, sabes lo que dice la biblia —Refutó el hombre.
—Se perfectamente eso, pero Dios nos perdona si pedimos perdón de corazón —Aclaró— Jungkook tal vez sólo estaba confundido y ese mocoso lo incitaba a estar con él. —Ella no quería decir aquellas palabras, pero necesitaba salvar a su hijo— Si salvas a Jungkook y hablas con él, puedes convencerlo de convertirse en un sacerdote respetado.
—Me gusta la idea —Asintió— Jungkook debe aprender la lección que con Dios no se juega. Mi sueño era tener nietos, pero no todo se puede en esta vida.
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Pecado/ Kookmin⁴
Teen FictionDos chicos enamorados, un pecado que los podría condenar a muerte. Jimin y Jungkook fueron separados a la corta edad de 18 años por atreverse a gritarle al mundo que se amaban. Sus padres hicieron hasta lo imposible para que no se volvieran a encont...