Atenea Areloux.
Moscú, Rusia.
—Lo hice —confirmo.Aarón todavía me observa con calma.
El seguro de la puerta está echado, las ventanas están cerradas, el silencio es ensordecedor y Aarón todavía sujeta su arma y me está apuntando con ella.
—¿Quieres dispararme? —cuestiono dando unos cuantos pasos hacia él, lentamente. No bajo la cabeza ni me dejo intimidar por el arma cuyo metal siento en mi frente. Frío y letal—. Adelante.
Mentira tras mentira. Eso e slo que a ambos nos une por más que intentemos distanciarnos de ellas.
Boss de las mafias.
Coronel de londres.
Comandante de Francia.Se mantiene en silencio pero la comisura de sus labios está tensa. Su mandíbula permanece apretada y sus dientes rechinan. Su mirada es seria, sus musculos estan contraidos y su pelo está despeinado. Con una mano se pasa la mano libre por el y se lo echa hacia atrás dejando escapar un resoplido.
Siento el metal del arma deslizarse suavemente para apartarse pero le agarro la mano ejerciendo fuerza en el agarre y vuelvo a clavar la pistola en mi frente.
—Dispara —desafío con la mente calmada y la voz hundida en frialdad.
—¿Mataste a Nathaniel? —repite de nuevo la pregunta incluso cuando ya le había respondido.
—Lo hice y lo volvería a hacer una y mil veces —bramo levantando un poco más la cabeza para mirarlo directamente a los ojos—. No me arrepiento de nada, Boss.
—No me llames así —gruñe apartando el arma de mi frente, de manera bruta.
—¿Es lo que eres no? Boss de la Bratva. Aliado de la mafia.
—No lo entenderías.
Niega dándome la espalda. Comienza a caminar hacia la puerta y algo semejante a lo que sentí con Nathaniel, se abre paso por los recovecos de mi cuerpo. La ira me consume, el fuego me quema y me voy contra él.
Le sujeto el brazo clavándole las uñas en la piel descubierta. Hago que gire con todas mis fuerzas pero él no cede y acabo chocando mi espalda con la puerta por la presión que ambos hemos ejercido.
—¿Pregúntame por qué lo hice? Vamos. ¡Preguntame lo! —grito sacando mi pistola y clavandosela en la sien.
—¿Eso hará que dejes de temblar en mis brazos? ¿Hará que no te asustes cuando me acerco sigilosamente? ¿Borrará las cicatrices de tu espalda? ¿La de tu mente? ¿Te hará creer en mí?
Lo ha unido.
Sabe de quién es la culpa y por eso no ha ido en contra mía sino en la del líder ruso.—Te he preguntado, Atenea. Responde entonces.
Sus manos se dirigen a mi pelo y enreda sus dedos entre las hembras de este. Ejerce fuerza y me atrae más a él, hacía su cuerpo, hacia su presencia. Siento su cabreo y él siente él mío. No hay duda de que la habitación irradia calor y que en cualquier momento la bomba se va a detonar.
Desliza su mirada por mis labios y sigue bajando hasta llegar al suelo. Intento zafarme aprovechando su suspiro pero lo único que consigo es hacer que apriete más sus dedos contra mi pelo y se me venga encima aprisionándome contra la puerta. Acorrala cada parte de mi cuerpo y nos envuelve en una especie de esfera imaginaria que intenta mantener la rabia.
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Una Alianza Peligrosa I (Bilogía Alianzas) ©
RomanceDISPONIBLE EN FÍSICO A TRAVÉS DE AMAZON. Atenea Areloux, una mujer de dos mundos, siempre ha mantenido un equilibrio delicado entre sus vidas paralelas. En la sombra, se transforma en la general de las Fuerzas Armadas de Londres bajo un alias, mient...