Capítulo 20

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Aarón Cassano

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Aarón Cassano.
Atenas, Grecia.

La discusión de esta mañana me había dejado un mal sabor de boca.

Desde que la conozco, se que no es fácil de persuadir incluso si de lo que hablamos es de su protección.
Tampoco podía decirle que Ali es un buen comprador de las mafias y que sus antecedentes, ni que tiene antecedentes de abuso y maltrato.

Según mis escoltas, él se encuentra internado en el hospital de la capital y han evacuado a todos los pacientes por su protección. Si es que de pensarlo me dan ganas de no haber apuntado tan abajo.

Recibo la curva a casi ciento veinte kilómetros, frustrado, agobiado y preocupado.

Detengo el deportivo a un lado de la carretera y salgo cerrando la puerta detrás mía. Camino hacia el acantilado y observo las olas romperse contra las rocas y la arcilla.
El móvil suena y ya se sobre quién será la llamada.

—Señor, tenemos un inconveniente.

Exhalo fuertemente el aire de mis pulmones y comienzo a caminar de vuelta al deportivo.

—¿Qué ha hecho?

—Han huido de la villa las dos, señor. No sabemos cómo.

—¿Qué fue lo último que hicieron? —cuestiono acelerando tras incluir la llamada al bluetooth del coche.

—Estuvieron ambas en la tumbonas, después nadaron durante una hora y media y a las siete de la tarde intentaron convencernos para hacer una obra de teatro.

—¿Una obra de teatro? —esa mujer realmente me sorprende cada vez más.

—Si, señor.

—¿De qué?

—Sobre una situación bastante similar a la de anoche.

—¿El supuesto secuestro? —una sonrisa tira de la comisura de mis labios de manera involuntaria.

—Exactamente. Después de eso, se fueron a su habitación y parece que escaparon saltando las verjas traseras, señor.

—¿Alguna idea de a donde se han dirigido?

—Tres compañeros han intentado encontrarlas sin éxito. Creíamos que podias resolver este asunto sin tener que molestarle, señor pero no tenemos ni idea de su paradero.

—Manda siete escoltas a mi localización. Cuando lleguen al lugar diles que se queden fuera con las armas listas por si pasara cualquier inconveniente.

—Entendido. Permiso para rastrearle señor.

—Concedido.

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Una Alianza Peligrosa I (Bilogía Alianzas) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora