⋆⁺₊⋆ ☀︎ CHAPTER THIRTY-TWO

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சி°⚽_# TREINTA Y DOS;

"Luces de Cumpleaños y Promesas de París!!

˚ ♡ ⋆。˚ ❀ En los tres meses que transcurrieron desde febrero hasta mayo, Elara y Pablo habían tejido un vínculo más fuerte que nunca. Sus citas se convirtieron en capítulos de una historia compartida, cada momento un paso más en su creciente conexión. La complicidad entre ellos floreció como las flores de primavera, y sus corazones se entrelazaron en un baile armonioso.

El día 12 de mayo, Elara despertó con una sensación de emoción que llenaba su corazón. Desde el amanecer, el ambiente peculiar flotaba en el aire, marcando su cumpleaños con un toque especial. En la universidad, sus amigas compartieron miradas cómplices y sonrisas misteriosas.

Al llegar la tarde, Pablo la recogió con una sonrisa que le llegaba a los ojos. Habían compartido muchos momentos especiales durante los últimos meses, y cada día fortalecían su conexión.

—Feliz cumpleaños, Ela. Tengo algo especial para ti —anunció Pablo, dándole un beso y guiándola hacia su coche.

Mientras Pablo conducía, Elara notó que se dirigían hacia un destino desconocido. Las calles de Barcelona quedaron atrás mientras se aventuraban por un camino que la llevaba a descubrir lo que la tarde le deparaba.

La sorpresa le aguardaba en un lugar especial donde los dos compartieron risas, secretos y sueños. Su grupo de amigos los esperaba con sonrisas cómplices y regalos llenos de cariño. Elara se sintió abrumada por la ternura y la dedicación que sus amigos pusieron en cada detalle.

—¡Feliz cumpleaños, Ela! —gritaron todos, brindando por ella.

La atmósfera estaba cargada de alegría y amor. Los regalos esperaban pacientemente en una mesa decorada con detalles elegantes. Los amigos se acercaron para abrazar a Elara y desearle lo mejor.

Pablo, con ojos llenos de admiración, le entregó un regalo envuelto con esmero. Dentro, dos billetes de avión a París esperaban a ser descubiertos.

—¡No puedo creerlo! —exclamó Elara, abrazando a Pablo con gratitud.

—Quería que tu regalo fuera tan especial como tú. ¿Te gustaría pasar unos días en París conmigo? —preguntó Pablo, capturando su mirada.

Elara asintió emocionada, abrazando a Pablo con gratitud.

La fiesta continuó con risas, bailes y momentos que se volvieron recuerdos imperecederos. En un rincón, Aurora compartía anécdotas con Elara, fortaleciendo los lazos entre las dos familias.

La música resonaba en el aire mientras Elara, rodeada de amigos y seres queridos, absorbía la energía positiva que llenaba la habitación. Los destellos de las luces decorativas creaban un ambiente mágico, y las risas compartidas se mezclaban con el susurro de las conversaciones animadas.

Los amigos de Elara compartieron historias y anécdotas, creando un ambiente festivo y cálido. Julia, con su característica energía, organizó un juego de adivinanzas que hizo que todos se involucraran y disfrutaran aún más de la celebración.

Aurora, la hermana de Pablo, se unió a las conversaciones con naturalidad, integrándose perfectamente en el círculo de amigos. Su presencia añadió una capa adicional de afecto y conexión a la celebración.

Mientras tanto, Elara y Pablo se retiraron a un rincón más tranquilo. Allí, entre risas y miradas cómplices, compartieron recuerdos de los últimos meses y expresaron sus sentimientos el uno al otro. La complicidad entre ellos era evidente, y cada palabra intercambiada resonaba con significado especial.

—¿Te está gustando la fiesta sorpresa? —preguntó Pablo, con una sonrisa encantadora.

—Es absolutamente increíble. No puedo creer todo el esfuerzo que has puesto en esto. Y el regalo... París... es un sueño hecho realidad —respondió Elara, con gratitud en sus ojos.

Mientras disfrutaban de la fiesta, el momento del pastel se acercó. Los amigos se reunieron alrededor de Elara, cantando feliz cumpleaños. Los destellos de las velas iluminaron su rostro, reflejando la alegría que sentía en su corazón.

Al soplar las velas, Elara hizo un deseo con los ojos cerrados. No pudo evitar robarle una mirada rápida a Pablo, compartiendo un instante de complicidad que quedó grabado en sus memorias.

La noche avanzó, pero la celebración seguía vibrante. Bailes, risas y pequeñas travesuras llenaron cada rincón de la fiesta. Entre risas y bromas, Elara se encontró agradecida por la familia que había encontrado en sus amigos y por el crecimiento especial que había experimentado con Pablo.

Mientras la fiesta continuaba, Elara sabía que este cumpleaños marcaría un capítulo significativo en su historia con Pablo. La promesa de París, los lazos más fuertes con amigos y la conexión especial que compartía con él hicieron de esa noche una memoria atesorada en el corazón de Elara.En los tres meses que transcurrieron desde febrero hasta mayo, Elara y Pablo habían tejido un vínculo más fuerte que nunca. Sus citas se convirtieron en capítulos de una historia compartida, cada momento un paso más en su creciente conexión. La complicidad entre ellos floreció como las flores de primavera, y sus corazones se entrelazaron en un baile armonioso.









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Bajo el Cielo de Barcelona || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora