EXTRA VIII

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சி°⚽_# EXTRA OCHO;

"Amanecer en Hawai!!

˚ ♡ ⋆。˚ ❀ El suave murmullo del océano y la brisa cálida acariciaban la playa desierta mientras Pablo y Elara caminaban de la mano, disfrutando de la tranquilidad de la mañana en Hawai. Las olas rompían suavemente en la orilla, dejando una estela de espuma que brillaba bajo la luz dorada del sol naciente.

—Esto es increíble, Pablo. —Elara miró a su alrededor, asombrada por la belleza de la playa y el paisaje tropical que se extendía ante ellos.

—Sí, es un paraíso. Pero creo que la verdadera belleza está a mi lado. —Pablo sonrió, dedicándole una mirada llena de amor a Elara.

Ambos llevaban atuendos informales y cómodos, preparados para explorar y disfrutar de su luna de miel en Hawái. Decidieron comenzar el día con un tranquilo paseo por la playa antes de embarcarse en nuevas aventuras.

Se detuvieron para admirar la salida del sol sobre el horizonte, tiñendo el cielo de tonos cálidos y dorados. Pablo rodeó la cintura de Elara, acercándola a él mientras disfrutaban juntos del espectáculo de la naturaleza.

—Parece que el cielo mismo celebra nuestro amor. —comentó Elara, apoyando la cabeza en el hombro de Pablo.

—Así es como me siento todos los días, como si estuviéramos en nuestro propio pequeño paraíso. —respondió Pablo, besando la frente de Elara con ternura.

Después de su romántico paseo por la playa, decidieron explorar más de la isla. Se sumergieron en la rica cultura hawaiana, degustaron exquisitos platos locales y se aventuraron en excursiones por la exuberante vegetación y las cascadas impresionantes.

Las risas y los susurros de amor llenaron los días de su luna de miel. Disfrutaron de la serenidad de playas solitarias, se sumergieron en aguas cristalinas y compartieron cenas bajo la luz de las estrellas. Cada momento estaba impregnado de la magia del amor recién casado.

En una tarde tranquila, decidieron practicar surf juntos. Desafiaron las olas, riendo mientras se caían y celebrando cada pequeño logro. Fue una experiencia que fortaleció aún más su conexión, demostrándoles que podían enfrentar cualquier desafío juntos.

En otra jornada, optaron por un paseo en helicóptero para explorar la isla desde el cielo. Las vistas panorámicas de los acantilados, los valles y las playas dejaron una impresión imborrable en sus corazones, recordándoles la grandeza del mundo que estaban descubriendo como pareja.

En las noches, se perdieron en el calor del uno al otro mientras observaban las estrellas desde la playa. Hablaron sobre sus sueños, compartieron risas y promesas de un futuro juntos. Cada día en Hawái estaba impregnado de amor y aventura, creando recuerdos que atesorarían para siempre.

La última noche de su luna de miel la dedicaron a una tranquila cena en la playa. Una mesa iluminada por velas y rodeada de antorchas creaba un ambiente romántico. Brindaron por su amor y por los muchos años de felicidad que tenían por delante.

—Aunque nuestra luna de miel llegue a su fin, cada día contigo se siente como un sueño en el paraíso. —Pablo tomó la mano de Elara, mirándola con ojos llenos de amor.

—Y así seguirá siendo, Pablo. Nuestro amor es nuestra propia isla paradisíaca, y siempre nos tendremos el uno al otro. —respondió Elara, apretando suavemente la mano de Pablo.

Así concluyó su luna de miel en Hawái, pero el viaje de su amor apenas comenzaba. Con el sol poniente y el sonido suave de las olas como fondo, Pablo y Elara se prometieron seguir explorando juntos todos los rincones de la vida, sabiendo que su amor era la brújula que los guiaría en cada nueva aventura.

Bajo el Cielo de Barcelona || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora