Canción: Prófugos; Soda Stereo.
✭˚・゚✧Felipe González Otaño.
—¿Qué onda? Llegó el asador.
Entro al patio de la casa de Matías sin previo aviso, pero con una gran sonrisa en el rostro. El castaño ya está en el asador, con la carne en el fuego y ñas manos sucias por el carbón. En la mesa, Maia y Bautista me miran confundidos tras aparecer detrás de Enzo, Pardella y Jerónimo, que muy contentos se acercan a saludar a la familia. Maia parpadea varias veces hasta que su hermanos menor la codea, haciendo que rompa el contacto visual conmigo. Mantiene el gesto serio, sorprendido, y apenas me dirige una pequeña sonrisa como saludo, marcando distancia. No esperaba verla acá, pero tampoco esperaba una reacción tan lejana y distante, sobretodo sabiendo que la noche anterior la dejé en su casa, sana y salva.
—¿Todo bien? —inquiere el mejor, chocando la palma de su mano con la mía— Te queda flama ese corte de pelo, Pipe.
Me acerco a Matias, que saluda con simpatía. Malena, su novia, levanta la cabeza de la mesada en donde prepara las ensaladas y me recibe con un abrazo, esos típicos que regala ella. De reojo veo que Jerónimo ya está molestando a Maia, pero esta parece entretenida con lo que el de ojos claros tiene para contarle. Enzo habla con Bautista, animando al más chico a contarle sobre su vida, actualizarlo de todo lo que no le contó durante el tiempo que estuvieron sin verse.
—¿Y? ¿Como andas, Pipe? —pregunta Matías, que apenas le saca los ojos de encima a la carne— Estabas fachero anoche.
Palmeo su hombro, amigable -Todo bien por suerte. Volví tarde a casa y no daba más del sueño. No sé cómo tuve fuerzas para levantarme hoy.
Se acerca un poco cuando termino de hablar, misterioso —No te mandé un mensaje, pero gracias por llevar a Maia a casa -—habla en un tono de voz más suave—. Estuve mal en dejarla.
Con obviedad, chasqueo la lengua —Es tu hermana, amigo, no la iba a dejar sola.
Qué feo que se siente marcar tanta distancia. Me cruzo de brazos casi enseguida. Hay demasiados motivos para ni si quiera pensar estar con ella por, al menos, una noche.
-—Me re enojé con Alma igual —aclara—. Y con ella un poco. Sabe que no se tiene que poner así, pero bueno.
Me río entre dientes, divertido —Es chica, dejala. Con todo lo que labura y estudia se merece una jodita de vez en cuando ¿no?
Asiente, poco convencido —Qué sé yo, no me parece copado tampoco. Últimamente lo hace seguido. Me parece que está estresada, no sé cómo ayudarla. Agradezco que hayas estado ahí igual—-insiste—. Seguro que ni te dijo gracias ¿o no?
Pequeño gran detalle. Maia se durmió apenas dejé de hablar. Cuando llegué a su casa toqué la puerta hasta que Bautista la abrió. La despertó y cuando Maia se levantó ni si quiera me miró. Me dolió un poco, pero también entiendo su distancia. Me quiere lejos.
—Si, pero no pasa nada —le resto importancia—. Juani tampoco la iba a dejar, le ofreció quedarse en su casa.
El alza las cejas, mostrando estar descontento -—Si, y ni me hables, que ese Juani es tremendo. Está esperando que me distraiga para agarrársela.
Niego con la cabeza, seguro de que no es así. Si hay algo que Juani tiene prohibido es mirar con otros ojos a Maia; lo hablamos varias veces a espaldas de nuestro amigo. No es un tema tabú para ninguno de los solteros del grupo lo llamativa que es Maia, logrando llevarse muchas miradas y corazones con su paso. La realidad es que ninguno intentó nada con ella por respeto y por la diferencia de edad, pero sobretodo por Matías, que no hizo falta ni que nos dijera lo mucho que le molestaría que uno de nosotros se pase de vivo con su hermana para saberlo. Hablé mucho con Maia en diferentes reuniones, cumpleaños y juntadas, pero Alma me atrapó antes de que su amiga haga algo. Siempre creí que Maia era más dulce conmigo que con mis amigos, y no lo noté hasta que Alma y yo empezamos a estar juntos. Maia se alejó tanto de mi que hasta evitaba verme y saludarme, nunca supe por qué, pero la confesión de Alma en el cumpleaños de Juani me dejó con una duda inexplicable. Maia gustaba de mi. Yo me puse de novio con su amiga. No era muy difícil. Cuando Alma me dejó, Maia me borró hasta de Instagram. A partir de su decisión, solo sé cosas de ella por Matías, y por lo poco que hablamos cada vez que nos vemos en reuniones como esta. La conexión que tenía con ella se desvaneció en el tiempo, y nunca voy a ser capaz de admitir en voz alta lo mucho que me atrapó Maia desde el inicio. Ella tenía mi atención, pero no era el momento para nosotros.
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Fugitivos; Felipe Otaño.
FanfictionDonde Maia Recalt no puede dejar de pensar en Felipe Otaño, el ex-novio de su mejor amiga, Alma Figueroa.