Capítulo IX

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Zee no estaba mejor. Su brazo se aferraba a la cintura de Saint. Su pene estaba tan duro que estaba seguro si pudiera en ese mismo instante le bajaría los pantalones al castaño y lo follaria con salvajismo hasta hacerlo gritar, dejarle la garganta seca.

-Aaaaah....- ambos gimieron entre dientes

Y por fin después de tanta desesperación el tren abrió sus puertas y el aire les acaricio las caras cuando el gentío les dio espacio.

Lentamente Zee soltó la cintura de Saint.

Saint salió primero con el sudor pegándole el cabello a la frente. Las piernas le temblaban y el calor aún seguía ahí en todo su cuerpo. Especialmente en su zona sur.

Zee salió después, se puso el portafolios en frente no quería que nadie se diera cuanta de lo mucho que lo había afectado aquella Inusual situación.

Suspiró cuando el aire fresco le acarició la piel. Sus piernas le temblaban. Un minuto más ahí dentro y hubiera montado un espectáculo. Gimiendo tan alto por qué estuvo a nada de correrse contra las nalgas del castaño. Respiró aliviado.

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