Capítulo XIII

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Zee levantó su rostro, tenía el sudor bajando por toda su frente. El cabello se le pegaban a esta.

-Hermoso..-susurró Saint y sonrió pícaro.

Zee lo besó, despacio, lentamente soltó su trasero y le bajó las piernas.

Su pene ahora flácido se deslizó del interior de Saint y su semen resbaló por sus muslos.

Se besaron lentamente, caminando hacia atrás por el oscuro lugar. A tropezones llegaron a la habitación del pelinegro.

-¿Por qué no habíamos hecho esto antes?.- murmuró Saint cuando el pelinegro volvió a besar su cuello.

-No lo se.-respondió el bajándose por completo los pantalones.

Saint topó con la cama. Zee lo empujo sobre ella.

-Que sexy eres, Saint Suppapong... -lo miró, ahí tendido sobre su cama, con el cabello revuelto, la camisa blanca semi abierta, con la corbata floja, con sus hermosas y torneadas piernas y le trasero al descubierto.

Tenía marcado el cuello de ambos lados y los labios rojos.

-Siempre quise tenerte así en mi cama..-dijo y se quito la camisa.

Saint sonrió, se lamió los labios. -Me gustas mucho. Desde que te vi. Siempre pensé que eras la cosa más sexy caminado por esta tierra y lo que se ve no se juzga Zee Pruk. Así que ven y follame duro, vecino y compañero de trabajo Sexy.

El pelinegro solo rió. Saint le guiñó un ojo y abrió sus piernas en una clara invitación.

-Esa es una vista increíble, vecino. -dijo y se tumbó entre las piernas del castaño, le beso el abdomen, le mordió los muslos y le lamió las piernas.

-Aaaa.. Zee..-Saint gimió jalándole el cabello.

Se empezó abajar y tomó en su boca el pene ajeno, succionándolo con avidez.

El castaño gemía y se retorcía como una víbora en la cama.

Zee le subió una pierna hasta el pecho, dejando su entrada expuesta. Con una mano sostuvo su pierna y con la otra lo penetro con dos de sus dedos.

Saint se retorcía gimiendo como loco depravado.

Zee chupo y lamió el pene de Saint hasta que este no aguanto más y con un sonoro gemido se corrió dentro de la boca del pelinegro.

Zee se trago todo lo ofrecido y lamió sus labios con diversión, miró a Saint que permanecía con los ojos cerrados, debido al orgasmo.

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