Capítulo XV

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Lo cargo hasta su escritorio que tenía cerca de la ventana, lo sentó sobre el justo en la orilla, le subió una pierna hasta la altura del pecho y le beso el muslo.

—¡¡Mmmmm!!

—¿Listo?.-Le preguntó besándolo con pasión

Saint se aferró al cuello del pelinegro para no caerse.

Zee empezó a embestirlo fuerte. El escritorio rechinaba por la fuerza qué hacia.

—¡Aaaaah! ¡Aaaaah!

Los gemidos de ambos resonaban por todo el apartamento. El sudor aperlaba sus cuerpos. Sus labios entre abiertos buscaban aire.

—¡Aaaaah! ¡Aaaah!

Los dedos de Saint se enterraban en los hombros del pelinegro.

Sus cabellos se pegaban a sus rostros, sus cuerpos chocando contra si,  haciendo sonidos tan obscenos que los excitaba a la vez.

—¡Aaaa Zee más! Más duro. Ya casi..

—Si bebé ya casi.. ya casi..

Zee lo embistió con rapidez, lo besó, lo mordió mientras embestía tan duro que Saint creía que se partiría a la mitad.

—¡Aaaah!…-Saint gimió con el orgasmo a flor de piel.

—¡Mmmmg! Saint..-gimió el pelinegro enterrándose hasta lo más profundo en el castaño, llegando al orgasmo.

Ambos quedaron abrazados. Lentamente Zee bajo la pierna de Saint. Su pene flácido se deslizó del interior de su vecino, su semen escurrió de la entrada del castaño por sus piernas manchando el escritorio.

—¿Exhausto?.-le preguntó nuevamente

Saint asintió recargando la cabeza en el hombro del pelinegro.

Zee le acarició la espalda, lo tomó entre sus brazos y lo llevo a la cama. Lo a costo, lo limpio y le dejo un beso en la frente, luego lo tapo con las mantas, y limpio un poco el desastre que habían hecho, al terminar se metió a la cama junto a Saint.

—Tan Inusual..-dijo mirando al hermoso castaño dormido a su lado. —Un completo e inusual día, ¡que bien!..-murmuró para si

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