Capítulo 8.- Tengo miedo de perderte...

13 0 1
                                    

Diario de Emi McDowell

20 de Septiembre, 2030.

Después de ese día, supe al lugar donde pertenecía en esa actividad llena de extraños que a pesar de que los conocía, nunca les hablé por el miedo que sentía a que me trataran mal. Siempre siento miedo de acercarme a los demás, pero estar con Andrea y Pablito era como estar en una familia feliz, donde nadie te juzga y todos se quieren, ellos me hacían sentir lo que nunca había sentido con Sanjay. Mientras más pasaban los días más me enamoraba de Andrea, ella era muy cariñosa conmigo. Me acariciaba el cabello, cada que ibamos en el transporte se apoyaba en mi hombro y hacía unos ruidos tiernos como los que hace un gatito cuando se acurruca en una almohada, y cada que en la actividad terminábamos los ejercicios siempre corría a mis brazos. Sin dudarlo ni un segundo, la amaba y la deseaba más que un ciego a la luz. A nuestro trío le pusimos el ''malpentrío'' porque otra cosa que nos gustaba hacer además de hablar de superhéroes era malpensar todo, todo lo relacionábamos con cosas un poco... cochinas, era algo que me habían enseñado a hacer los de sexto el año pasado que ya eran ''cuscos'' como decía mi mamá. El ''malpentrío'' era un lugar donde podías ser tu mismo sin que nadie te juzgara, pero eso sí nadie más podía entrar, solo eramos nosotros tres. Pablito me apodó ''el jefe'' lo que me hizo sentir importante por primera vez en mi vida. Me encantaba estar con ellos, decir albures y hablar de estupidez y media mientras el sol entraba por la ventana de la camioneta iluminando nuestros rostros que disfrutaban el último calor del verano.

Pero esa alegría no duró mucho.

-Oye, Andrea, se me acaba de ocurrir una idea para el ''malpentrío'' - dije yo

-¿Qué pasó, Emi? -preguntó Sanjay que estaba con su nuevo amigo Gregory Joshua, un tarado de sexto año que también le gustaba molestar. Ellos a veces cuando estábamos platicando en la camioneta nos gritaban: ''raritos'', ''frikis'' o cualquier estupidez que se les ocurriera, porque Sanjay aunque era mi amigo me molestaba con sus tonterías cada que el podía.

-MMM... Nada -dije con voz nerviosa ya que quería evitar que se enterara del malpentrío.

-No, ¿Qué pasó? Ándale dime, Emi, somos amigos. -me trató de convencer Sanjay-

-Es que como nos juntamos para todo y somos muy malpensados, decidimos llamarnos el ''malpentrío'' -afirmé y me fui a otro lado para evitar que Sanjay me presionara.

entonces le preguntó a Andrea

-Oye, ¿ Y yo puedo entrar?

-MMM... No sé tendrías que preguntarle al jefe. -respondió Andrea

Yo me fui a tirar mi basura, pero regresé al pensar que Andrea ya lo había mandado a volar como ella lo hacía. 

-¿Qué pasó? -pregunté yo.

-¿Así que tú eres el jefe? -me preguntó.

Santiago debió haberlo intuido por mi forma de responder.

-Si lo soy... -contesté al no quedarme de otra

-Entonces, ¿Me puedes dejar entrar, Emi? Como tu amigo que soy y siempre he sido -preguntó Santiago poniéndose tenso

-Es que ya no sería trío pero bueno, bienvenido al malpentrío... -respondí entre dientes. 

Cuando volteé a ver a Pablito y a Andrea me lanzaron una mirada de odio, bueno, a Pablito pareció no importarle nada, pero Andrea solo movió la cabeza a los lados con una expresión de enojo.

-Gracias, ''malpenjefe'' -me agradeció Sanjay sin hacer desaparecer la tensión

-Chicos ya vénganse a la camioneta.  -nos gritó el profesor Jiménez.

La Nave del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora