Capítulo 11.- La leyenda del pasadizo secreto.

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Diario de Emi McDowell

21 de Septiembre, 2030.

Ese día estaba muy feliz, ya que de una manera que ni yo mismo comprendo enfrenté a Sanjay y lo acabé en un mismo día sin titubear, a parte había encontrado nuevos e increíbles amigos, sin embargo, seguía triste por lo de Andrea, quería convencerla de que ella no tenía que preocuparse por mí y quería abrazarla para hacerle entender que todo el daño que me hicieran por protegerla lo iba a resistir por ella. Estaba esperando a que Roberto viniera por mi para poder contarle lo que había pasado, sin embargo, Alexander, Daniela y yo seguíamos metidos en la escuela ya que todavía no venían por nosotros.

-¡Carajo! ¡Ya que vengan por nosotros! -exclamé 

-Sí, ya, no mames. -se quejó Alexander bostezando.

-¡Dios mío, como aburres vos, che! -exclamó Daniela que estaba tirada en el sucio piso intentando dormir. 

-Oigan, tipos, ¿Han escuchado la leyenda del pasadizo secreto? -preguntó Alexander. 

-No, hermano, ¿Qué es eso? -pregunté interesado.

-¡Ash! Ya ni dormir dejas... -se quejó Daniela despertándose. -A ver pues, ¿De qué trata la cochina leyenda esa? -preguntó Daniela harta.

-Se dice que antes esta escuela era una base ultrasecreta del gobierno donde se construían máquinas para abrir portales a otras dimensiones, pero, decidieron cerrarla ya que ninguno de sus experimentos daba resultado, hasta que un día un joven pasante que trabajaba ahí del cuál se decía que tenía una inteligencia mayor al promedio entregó una máquina que para sorpresa de todos los científicos funcionó, al fin su objetivo estaba cumplido, el primer portal interdimensional fue abierto... pero la felicidad no les duró mucho, ya que con eso les abrieron la puerta a seres monstruosos de otras realidades que no dudaron en asesinar a todos los doctores que trabajaban a ese lugar, después de eso, el gobierno ocultó todo lo que tenía que ver con ese laboratorio y transformó todo el lugar en una escuela, sin embargo, todavía hay una forma de entrar a ese lugar. La leyenda dice que el estante donde ponemos las luncheras es una puerta a un pasadizo secreto el cuál tiene unas escaleras que conducen a un lugar secreto en  donde se cuenta que ocultaron el portal y donde los monstruos siguen rodando. -contó Alexander. 

-Dios mío, ¡Vaya tontería! -se burló Daniela. 

-¿Y si vamos a ver? -pregunté. -Si resulta ser verdad que Daniela nos haga toda la tarea por lo que queda del año. -aposté.

-¡Va! Jajajajajaja. -se rió Alexander

-Ajá, ¿Y si no yo que gano? -preguntó Daniela queriendo apostar.

-Te damos unas papas. -dije confiado.

-¡Ah, sí, bro, como no! -exclamó.

-Sí, nos vas a comprar unas papas, jajajajajajaja -aceptó Alexander burlándose.

-¿Se te ocurre una idea mejor? -le pregunté a Daniela.

-Ash, pues ya que... -refunfuñó volteando los ojos hacia arriba.

La maestra que nos cuidaba y que nos voceaba cuando venían por nosotros estaba más pendiente de jugar ''Candy Crush'' en su celular que de nosotros, así que solo nos levantamos sin hacer ruido y fuimos hacia la rampa caminando casi de puntillas. Recorrimos los salones de tercero de primaria y mientras más caminaba un mal presentimiento se iba apoderando lentamente de mí.

-Van a cagarse del miedo -se burló Alexander. 

-¡Y yo ya estoy saboreando el descanso que me voy a dar cuando Daniela nos haga todas las tareas! -bromée intentando alejar el mal presentimiento sin conseguirlo.

La Nave del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora