Diario de Emi McDowell.
7 de Junio, 2036.
Pasaron las últimas clases y los otros profesores no se daba cuenta del hoyo que había dejado la saliva negra del maestro. Maya y yo nos mirábamos con una expresión de horror y asco preguntándonos ''¿Qué carajo acabamos de ver y porqué demonios nadie se daba cuenta del hoyo en el escritorio?''.
Acabaron las clases y yo me puse feliz ya que Strauss, su hermano Daniel, Paula, Daniela, Alexander, José Eduardo, Maya y Andrea nos ibamos a ir juntos a mi casa para celebrar mi cumpleaños. Maya y yo bajamos al patio donde nos formabamos para la salida y ahí estaban Paula, Daniela, Strauss y Andrea esperándome.
-Ash, ¡Qué tardado eres! -exclamó Daniela acomodándose la mochila. -Sí, no manches, llevamos 10 minutos esperándote como tarados. -me recriminó Paula. -¡Emiiii! -chilló Andrea que se me lanzó a los brazos apenas me vió como cuando eramos niños.
-Perdón chavas, es que Maya y yo nos entretuvimos platicando... -me excusé mientras abrazaba fuerte a Andrea.
Paula y Daniela se nos quedaron mirando con sonrisas que expresaban ternura.
-¡Bueno, aquí no juzgamos! Jajajajajajaja -se rió Daniela.
José Eduardo y Alexander bajaron corriendo agitados.
-Perdón, carnales... es que... ¡Ah! La maestra de Historia nos hizo trabajar como pendejos... -hiperventiló Alexander.
-¡Ya ni la friegan! -exclamó Daniela. -Primero este que baja 10 minutos tarde por andar ''dizque'' platicando y luego ustedes que por el apunte de historia. -señaló Daniela.
-Sí, Morga, no manches, y por andar de apuntador ya te ganaron a la chica. -nos señaló Paula a Andrea y a mí.
Cuando voltée a ver a José Eduardo el tenía una mirada de enojo y los brazos cruzados, mientras que Alexander y Strauss me sonreían vitoreandome.
-¡TIGRE! -exclamó Alexander.
-¡Bien, jefe! -me aplaudía Strauss.
-Bueno, ¿Ya nos largamos o qué? -nos preguntó Daniela.
-Sí... -respondí hipnotizado por las caricias de Andrea.
Cuando Andrea y yo nos dejamos de abrazar nos tomamos de la manos y caminamos hacia las puertas de la escuela.
-¡OIGAN, PENDEJOS, ESPÉRENME! -exclamó Daniel que salió apurado corriendo como Naruto detrás de nosotros.
-¡Tú que no te apuras! -le gritó Daniela.
Andrea y yo estábamos detrás de todos disfrutando de aquel perfecto día mientras nos tomábamos de las manos y nos mirábamos a los ojos echándonos la pasión con las pupilas.
-¿Quieres escuchar un poco de música? -me preguntó Andrea sacando su celular.
-Sí... -sonreí.
-''Weno'' -aceptó sacando sus audífonos. -Ten uno, mi amor... -me dió un audífono y ella se puso el otro.
En su celular ella reprodujo una canción que amaba. Se trataba de: ''On Melancholy Hill'' de Gorillaz, una canción que con su bella letra representaba el amor que tenía hacia ella.
-Te amo, Emi... quiero estar siempre a tu lado... -me dijo mientras me tomaba del brazo y se apoyaba en mi pecho.
-Yo también, Andy... le respondí acariciando su chino cabello con mi otra mano.
Una ardiente pasión llenó de ardientes brasas todo mi cuerpo porque ella era el amor de mi vida.
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La Nave del Caos
Science-FictionUna nave espacial proveniente de un planeta de monstruos cae en la calle: ''Mar de los Vapores'', lo que libera bestias horrorosas que empiezan a causar desapariciones y asesinatos alrededor de toda esa calle. Sin embargo, un adolescente llamado Emi...