Capítulo 16.- Maya x Landon 💖

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Diario de Maya.

30 de Agosto, 2033.

Esta noche tuve el mismo sueño de siempre. Soñé que era una niña pequeña y estaba a lado de mi padre tomado de su mano corriendo en medio de un bosque oscuro. Entre la espesa niebla vislumbré una brillante luz azul con bordes blancos. 

-Este es el último portal, Maya... Esas cosas ya no aquejarán a nuestro mundo... -me decía mi padre agitado de tanto haber corrido.

-Sí, papi... -asentí con mi aguda voz tratando de recuperar la respiración ya que no era muy buena corriendo. 

Mi padre sacó su invento, el cuál era un ''consumidor de energía'', un pequeño artefacto que podía abducir y contener la energía de cualquier portal interdimensional.

-No creo que quiera hacer eso, Doctor Baños... -dijo la voz de alguien que estaba detrás de nosotros. 

Atrás de nosotros estaba un señor muy alto y flaco de cabello largo y barba blanca. Su cabello recogido terminaba en un peculiar chongo, su mirada al igual que su sonrisa reflejaban maldad pura. El hombre traía una bata de laboratorio, debajo una armadura metálica tan reluciente que reflejaba la luz de la luna y sus botas se posaban sobre un aerodeslizador que me recordaba al del Duende Verde de Spiderman. 

-Dr. Toxic... -lo encaró mi papá. 

-Creí que ibas a huir con toda la información de nuestro máximo invento... -le sonrió el doctor bajándose del aerodeslizador. 

-No... claro que no... -mintió mi papá. 

-Claro que no lo harás... Porque bien sabes lo que pasa si un soldado traiciona a su reino... -sonrío el Dr. Toxic sacando una espada de fuego.

-Doctor... Un mal quiere acabar nuestro mundo...-empezó a decir mi papá -¡PERO NOSOTROS PODEMOS DOMINARLO! ¡APROVECHARNOS DE LA MALDAD DE ''EFER'' PARA HACER DE LAS MONTAÑAS NUESTRO TRONO Y LAS CIUDADES NUESTRO CASTILLO POR LA ETERNIDAD! -lo interrumpió el Dr. Toxic. -Óyelo de una vez...No tienes escapatoria, ¡Yo soy el hombre más poderoso sobre la tierra! -El doctor alzó la espada y de ella emanaron unos rayos eléctricos que se metieron al portal. -Te enfrentarás a la brutalidad de ellos... -se rió. 

Del portal salió un ser muy extraño con un cuerpo gordo y húmedo extremadamente ancho el cuál se sostenía con manos humanas y ocupaba todo el espacio del portal al igual que ojos grandes ocupaban la inmensidad de su cuerpo. Yo estaba muy asustada cubriéndome los ojos ya que esa cosa me provocaba un miedo terrible. El ser tomó a mi padre de los pies y lo tiró al piso para empezar a arrastrarlo.

-¡No papá! -lloré con las manos en la cara.

-No te preocupes, mi niña... Tu también lo acompañarás... -sonrió. 

Cuando el doctor pronunció esa frase no pude evitar salir corriendo con lágrimas en los ojos dejando a mi padre atrás. En ese momento por fin pude despertar.

-Hola, Mayita, ¿Cómo amaneciste? -me saludó mi mamá. 

-Un poco mal, mami... -le respondí.

-¿Porqué mi vida? -me preguntó.

-Otra vez tuve ese sueño... -la abrazé. 

-Ah, mi amor, tranquila... -me abrazó de vuelta.  -¡Pero ponte feliz, hoy es tu primer día de secundaria! -me animó.

Eso me puso feliz al momento ya que me daba una gran ilusión ser adolescente.

-Sí, estoy muy emocionada, aunque me dan ganas de llorar, ahorita es cuando me acuerdo de la primaria y de todo lo que viví ahí con mis amigas y este McDowell... -sonreí con un dejo de nostalgia. -¡Me estoy comenzando a sentir una adulta y ya no una niña tonta! -exclamé sintiéndome poderosa. 

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