࣪𓏲ּ ⌗ 𝗠𝗜𝗖 ˑ ִ ֶ | La vida de Emma se resumía en dos cosas: escribir y cuidar a su hija Lucia. Sus día a día parecían tan simples hasta que Carlos Sainz, el piloto favorito de su hija, apareció en sus vidas. Solo eran ella, su hija y ahora C...
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¿Friends to lovers? No, muy quemado. ¿Un romance deportivo tal vez? Emma, apenas y sabes de fórmula 1 y poco y nada de fútbol. ¿Entonces un amor imposible? No no ¿Que somos? ¿Shakespeare creando un Romeo y Julieta?.
La batalla con mi subconsciente podría durar años si me lo propusiera, sería la gran batalla para decidir el cliché de mi próximo libro. Era difícil, más cuando parezco tener la respuesta en la punta de la lengua pero no soy capaz de soltarla.
Solo garabateaba sobre mi cuaderno, sentada en el juntadero de muebles que era la sala, Luci quería practicar sus pasos ya que había entrado en vacaciones y decidimos correr un poco las cosas para hacerle un espacio en la casa y que practicará.
-Mami no me sale. -se quejo la niña tirándose al piso totalmente rendida.
Sonreí calmada al verla, dejando mi estrés de lado para poder hablarle con toda la tranquilidad del mundo.
-¿Por qué no descansas un poco? -sugeri. -Te sentirás más animada y ya verás que te saldrá mucho mejor...
Pareció pensarlo un poco con la vista fija al techo para después asentir con la cabeza y sentarse a mi lado con su botella de agua en mano. Ni parecía que tuviera cinco años.
-¿Podemos ver La Princesa y El Sapo? -me pregunto toda ilusionada y se me ocurrió una mejor idea.
Ya se estaba haciendo la tarde y no saldríamos a ningún lado, además de que ambas necesitábamos distraernos un poco ¿Y que mejor idea que haciendo algo que a ella le encanta?
-Muy bien, pero antes a bañarte.. -dije sacándole un puchero que se le fue enseguida al terminar de escucharme. -Asi estás limpia para hacer pijamada.
-¡Si, pijamada! -se levantó de un salto del sillón corriendo a su habitación. -Ire a buscar mi pijama de unicornios. -aviso antes de desaparecer por el pasillo.
Solté una pequeña risa, volviendo a acomodar un poco los muebles, y estaba a nada de ir a preparar el baño cuando el timbre de la casa sonó. Mire algo confundida la puerta, pues no esperaba a nadie. Igualmente fui a abrir con algo de precaución.
Al ver a Carlos del otro lado me alivie un poco, aunque la confusión no se iba, es más, aumentaba. No hablaba con el desde la carrera del domingo que me pidió el vídeo de Lucia festejando su victoria de Silverstone, de ahí en más no hablamos nada.
-¿Carlos? -le pregunté con una confusión clara en mi rostro.
-Hola Emma. -saludo con una mini sonrisa. -Se que es algo raro que me presenté en tu casa así pero necesito que hablemos un par de cosas sobre el evento del sábado... -Explico.
Ah claro, el evento. Entre las traducciones y correcciones que le hacía a la editorial para generar un ingreso extra y el nuevo libro del que todavía no llevaba ni una palabra escrita, me había olvidado completamente de aquel evento y de que tendriamos que fingir ser una pareja feliz cuando no sabia ni su cumpleaños.
