Al fin la razón por la cual Carlos y Emma habían viajado a Italia estaba a varias horas de suceder, el evento los tenía a ambos muy nerviosos aunque ninguno fuera a aceptarlo delante del otro. Lo más difícil de todo (por lo menos para Emma) era fingir que eran una pareja feliz, agarrarse de la mano y todas esas cosas que ella había dejado de hacer hace años.
Pero con Carlos parecía ser distinto.
El español se veía hasta emocionado por compartir ese evento con la castaña que había conocido hace solo unas semanas, se había levantado más temprano que ella viendo como la frontera de almohadas que había hecho entre los dos se había deshecho a mitad de la noche, una frontera de la cual no había sido testigo de su construcción, pues mientras él se iba a dormir ella se quedaba en el sillón del cuarto con unos manuscritos hasta más tarde.
Esa mañana Carlos se había levantado con un solo propósito, conseguirle un vestido amarillo a Emma. Recordaba que la noche anterior en su cita le había dicho que su color favorito era el amarillo, y a Carlos se le ocurrió que ese podria ser el color de su vestido.
—Ese no me gusta. —Opino su hermana a través del teléfono haciendo un gesto con su mano para que sacarán el vestido de su vista. —¿No le habías comprado ya un vestido, Carlos?
—Si, pero ella me dijo que su color favorito era el amarillo, entonces ahora quiero que sea amarillo.
Explico por tercera vez suspirando al ver otro vestido alejarse de él sin ser elegido, a su imaginación cualquier vestido le quedaría precioso a Emma, pero a la perspectiva de Blanca quería que fuera perfecto.
—Estás loco.
—Puede ser.
La chica que los estaba atendiendo trajo otro vestido que dejó encantado a Carlos, era de un amarillo pálido brilloso, no llegaba a ser completamente largo pero su falda parecía ser bastante suelta y el detalle que a él le encantaba es que era de espalda descubierta.
—Ese. —dijo totalmente seguro sin siquiera tomar en cuenta la opinión de su hermana que no llegó a escuchar antes de cortar la llamada. —Me lo llevo.
La sonrisa en el rostro de Carlos no era tan notoria pero expresaba su emoción sin lugar a dudas. Al llegar a su habitación se encontró con Emma en la misma posición en la que la había dejado anoche antes de irse a dormir, solo que esta vez llevaba su cabello mojado y estaba envuelta en una bata.
Parecía ser que Emma no descansaba de su trabajo ni un minuto y eso hacía algo de ruido en Carlos, hasta él se tomaba un descanso de vez en cuando, y creía tener la idea perfecta para que Emma hiciera lo mismo.
—¿Jamás descansas? —le pregunto sentándose a su lado y por un segundo Emma despegó la vista de esas hojas para verlo a él.
—Tengo que mantener una hija, Carlos, una madre jamás descansa y menos las solteras. —Respondió subrayando una oración y anotando algo con el ceño fruncido en el margen.
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MOM IS CARLOS! ━━ 𝗖𝗮𝗿𝗹𝗼𝘀 𝗦𝗮𝗶𝗻𝘇
Fanfic࣪𓏲ּ ⌗ 𝗠𝗜𝗖 ˑ ִ ֶ | La vida de Emma se resumía en dos cosas: escribir y cuidar a su hija Lucia. Sus día a día parecían tan simples hasta que Carlos Sainz, el piloto favorito de su hija, apareció en sus vidas. Solo eran ella, su hija y ahora C...