La cuidad de Milano era divina, el clima, la gente, todo era fascinante a los ojos de Emma. Carlos la miraba sonriente mientras ella tenía su vista perdida en la ventanilla del auto admirando todo a su alrededor como una niña pequeña, ahora notaba un gran parecido que tenia con su hija ademas del cabello. Hacía un par de horas que habían aterrizado y Carlos decidió que en lugar de comer en el hotel la llevaría a un lindo restaurante para su primera comida en Italia. Una cita le gustaba decirle, aunque no se animará a aclararselo a la argentina o decirlo en voz alta.
—¿Cenaremos aquí? —pregunto Emma, asombrada con la lujosidad del restaurante al que Carlos la había llevado.
Una vez más, agradecía haber estado vestida para la ocasión con un lindo vestido color azul noche que le llegaba hasta los tobillos acompañado de un bolso negro y unos simples tacones del mismo color. Cabe aclarar que la vestimenta fue elegida por el mismísimo Carlos, no sabía para que le había hecho armar una maleta si el ya tenía toda su vestimenta planeada.
—¿Te gusta? Podemos ir a otro lugar si quieres. —le ofreció y ella negó con la cabeza volviendo a dar un vistazo al lugar totalmente maravillada.
Carlos la miraba fascinado caminar solo dos pasos más adelante que el, le encantaba la manera tan prolija y elegante con la que caminaba, sosteniendo su bolso con ambas manos tras su espalda. Era preciosa, jamás se cansaría de pensarlo.
—Me encanta este lugar, Carlos. —comento agarrándolo por su brazo.
—Te traeré más seguido entonces. —le respondió con una leve sonrisa en lo que volteaba a verla encontrándose con sus ojos en el camino que se achinaban al sonreír.
Emma no respondió, sabía que no podría traerla otra vez, que solo viajaría con él una sola vez, dos a lo mucho, o de eso se queria convencer. Nada de esto estaba lo suficientemente planeado como para salir muy bien o muy mal, ambos estaban aferrados al "que pase lo que tenga que pasar".
Al sentarse en la mesa ambos agarraron el menú ojeando sus opciones, las cuales estaban todas en italiano.
—¿Entiendes algo de lo que dice? Puedo traducirte. —le ofreció Carlos pero ella negó con la cabeza.
Una de las cualidades de Emma era que se le facilitaba aprender idiomas, sabía hablar y leer 5 idiomas de manera medianamente fluida, y el italiano estaba entre ellos.
—Entiendo el italiano, pero gracias de todas formas.
Carlos mordió sus labios volviendo a ocultar su rostro en el menú, esa mujer parecía no necesitar ayuda en nada.
Cuando la comida llegó ninguno dijo una palabra, Emma estaba demasiado concentrada en su comida y en lo feliz que se sentía de estar ahí, mientras que Carlos estaba repasando todas sus ideas de temas de conversación que Lando le había preparado días antes cuando le contó todo.
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MOM IS CARLOS! ━━ 𝗖𝗮𝗿𝗹𝗼𝘀 𝗦𝗮𝗶𝗻𝘇
Fanfic࣪𓏲ּ ⌗ 𝗠𝗜𝗖 ˑ ִ ֶ | La vida de Emma se resumía en dos cosas: escribir y cuidar a su hija Lucia. Sus día a día parecían tan simples hasta que Carlos Sainz, el piloto favorito de su hija, apareció en sus vidas. Solo eran ella, su hija y ahora C...