Parte cinco

401 42 2
                                    

"Sabes que no perteneces allí".

—"Cállate, tú no sabes nada".

—"¿En serio?, le estás dando demasiado trabajo a todo el mundo, te tienen lástima, Bakugo".

—"¡No es verdad!, ellos..."

—"¿Ellos, qué?, ¿Te quieren?, ¡Por favor, se nota a kilómetros que simplemente te tienen lastima!"

—"Cállate..."

—"¡Reacciona!"

Mierda, otra ves no. Una fuerte explosión resonó por toda su habitación dejándolo atónito, intentó inhalar y exhalar, una y otra y otra ves, pero el aire parecía nunca llegar a sus pulmones, sentía que se estaba ahogando demasiado rápido, comenzó a tocer completamente desesperado y luego se desmayó.

La luz comenzaba a molestarlo de a poco, obligándolo a abrir sus ojos, miró hacia los lados mientras suspiraba, ya sabía en donde se encontraba, la enfermería, si estuviera en mejores condiciones seguramente le dirían que le estaba copiando a Midoriya de tantas veces ir a ese lugar.

—¿Qué tal te sientes?

—Me duele la cabeza.

—Recovery Girl te inyectó un medicamento, así que no te preocupes.

—¿Qué haces aquí?

—Cuando pasé por tu habitación escuché la explosión.

—Lo siento.

—No te disculpes, somos compañeros después de todo.

Ahora miraba fijamente a su compañero, sintiéndose algo culpable por molestarlo de esa manera, en plena madrugada.

—Gracias, Shoji.

—Vayamos a los dormitorios, apenas esta amaneciendo.

Asintió ante eso para después levantarse de la camilla, comenzaría a tomar la idea de no dormir, tener pesadillas todo el tiempo lo iba a volver loco.

Dirigió su mirada hasta el techo de su habitación, la alarma sonaría como en media hora para que comience a alistarse e irse a clases, una mueca se formó en su rostro, se sentía cansado y ni siquiera podía dormir, miró de reojo el frasco que contenía pastillas para dormir, el mismo que le había dado la enfermera días atrás, soltó un suspiro, había tomado una pastilla todas las noches y las pesadillas seguían y no podía descansar correctamente.

"¿Y si ingieres todo el frasco?"

Sus pensamientos comenzaron a trabajar, se fijó en el frasco nuevamente, la idea no sonaba tan mal, sacudió su cabeza negando eso, soltó un suspiro y se acomodó mirando a la pared.

En algún momento sus ojos se cerraron, pero no para dormir, para pensar en como fue que acabó así, de un día para otro estaba completamente vulnerable ante todo el mundo.

La alarma comenzó a sonar, indicándole que debía levantarse, ni siquiera tenía ánimos de hacerlo, apagó la alarma con algo de dificultad y suspiró.

Se levantó como pudo de la cama y se dirigió al baño para lavarse la cara y después colocarse el uniforme.

Salió de su habitación, dirigiendo su vista a la mayoría de sus compañeros que estaban desayunando, una mueca se formó en sus labios y salió de las instalaciones, fue hacía su salón que claramente estaba vacío y se sentó en su pupitre, donde simplemente colocó su cabeza alrededor de sus brazos y cerró sus ojos.

"Toma esas pastillas y deja de ser un estorbo".

Sus ojos se abrieron repentinamente notando el bullicio del salón, en algún momento sus compañeros habían llegado y ahora no paraban de hablar, se acomodó en la silla y suspiró pesadamente.

Preferencias [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora