𝟎𝟓. ¿Qué sientes ahora?

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「 𝟎𝟓. ¿Qué sientes ahora? 」

DAELLA HABÍA CONOCIDO A SU HERMANO MENOR EN SU SEGUNDO DÍA en Oldtown, Daeron la había sorprendido con su amabilidad y caballerosidad, demostrando lo diferente que era a sus otros dos hermanos criados en Kings Landing

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DAELLA HABÍA CONOCIDO A SU HERMANO MENOR EN SU SEGUNDO DÍA en Oldtown, Daeron la había sorprendido con su amabilidad y caballerosidad, demostrando lo diferente que era a sus otros dos hermanos criados en Kings Landing.

Los días en el faro habían comenzado a pasar con rapidez, Daella se dedicaba a leer los libros que ahí había, volaba en Vermithor y luego regresaba para compartir la cena con su hermano y esposo.

Era una vida tranquila, una con la que nunca había soñado.

Sin embargo; le gustaba, no sabía porque, pero se había acostumbrado a estar solo en compañía de los dos hombres y su doncella, Ophelia.

Gwayne solía practicar combate con Daeron, preparándolo para el futuro, algunas veces Daella los observaba mientras leía afuera. Y la platinada, poco a poco, admitía para ella misma que el Hightower le atraía.

Esa tarde, Daella estaba encerrada en su alcoba —la que compartía con su esposo— platicando con Ophelia, la cual era la única que podría considerar su amiga ahí.

—¿No te gustaría poder vivir libre? —Daella le preguntó a su doncella, viéndola con curiosidad—. Sin tener que servirme a mi o alguna otra persona.

—Jamás lo había pensado... —con algo de vergüenza la pelinegra admitió, apartando la mirada.

Eso causó que Daella hiciera una mueca, dándose cuenta de que Ophelia no había tenido ni siquiera la oportunidad de pensar en lo que le habría gustado hacer con su vida.

—Algún día te liberare de tu servicio —le prometió Daella, sentándose junto a ella para tomar sus manos—, muy pronto.

—Oh, no, princesa —Ophelia de inmediato negó, sintiendo como los nervios aumentaba en su cuerpo gracias al toque de Daella—. Mi deber es servirla a usted y su esposo, es un honor.

—No es un honor. —con el ceño fruncido, Daella negó—. No es justo que dediques tu vida solamente a servir a otras personas.

Ophelia quiso decir algo, pero Daella negó con la cabeza, regalándole una sonrisa ladina, aún sin soltar sus manos.

—¿Si te liberara de tu servicio me abandonarías? —le preguntó la platinada, bajando su voz, sus ojos azules puestos en Ophelia.

—No voy a dejar de servirle, mi princesa —Ophelia soltó una risa nerviosa, apartando la mirada con sus mejillas calientes.

Daella, siendo tan atrevida como gran parte del tiempo, llevo su mano derecha a la mejilla de Ophelia; obligándola a verla—. Te hice una pregunta, Ophelia.

𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐆𝐀𝐌𝐄    ✧    Gwayne Hightower.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora