[Narrador]
La mañana había comenzado como cualquier otra en la escuela secundaria, con estudiantes que se apresuraban por los pasillos y el murmullo característico de la conversación juvenil. Kenma Kozume, de cabello rubio y rostro tranquilo, caminaba junto a su hermano mayor, Chifuyu. Chifuyu, a diferencia de Kenma, tenía una presencia más imponente, con una actitud protectora que era evidente en la forma en que seguía a Kenma con una mirada vigilante.
Los dos hermanos estaban en camino a la sala de clases cuando se encontraron con un grupo de chicos que parecían estar en medio de una conversación animada. Entre ellos, había un niño particularmente agresivo, con una actitud desafiante que rápidamente captó la atención de Chifuyu.
- ¡Hey, Kenma! - gritó el niño con desdén, acercándose con una mueca burlona en su rostro. - ¿Dónde está tu madre? ¿Dónde está?
Kenma, que generalmente trataba de evitar confrontaciones, se encogió ligeramente y siguió caminando sin decir una palabra. Sin embargo, el niño no parecía dispuesto a dejarlo en paz.
- ¡Vamos, responde! ¿Está muerta o qué? - continuó el niño, su voz cargada de malicia.
Kenma se detuvo por un momento, sus ojos mostrando una mezcla de dolor y frustración. Chifuyu, al notar el cambio en la expresión de su hermano, se tensó y se puso a la defensiva. No necesitaba ser un genio para darse cuenta de que algo estaba mal.
- Oye, ¿por qué no te largas? - dijo Chifuyu con voz dura, tratando de intervenir. - Deja a mi hermano en paz.
Pero el niño no se amedrentó. En cambio, su actitud se volvió aún más desafiante. - ¿Qué vas a hacer al respecto? - preguntó, mirando a Chifuyu con desdén. - Sólo quiero saber si tu mamá está realmente muerta. ¿Y si lo está? ¿Qué vas a hacer entonces?
El comentario hiriente fue la gota que colmó el vaso para Chifuyu. Sin pensarlo, se acercó al niño y le lanzó un golpe directo en la cara. El impacto resonó en el pasillo, haciendo que el niño tropezara y cayera al suelo. Sus compañeros de grupo se quedaron boquiabiertos, sin saber cómo reaccionar.
- ¡No te atrevas a hablar así de mi madre! - rugió Chifuyu, su rostro enrojecido por la furia.
El niño se levantó lentamente, frotándose la mejilla adolorida y mirando a Chifuyu con ojos llenos de ira. - ¡Eres un maldito! - gritó mientras se lanzaba hacia él.
La pelea estalló de inmediato. Chifuyu, con su entrenamiento en artes marciales, estaba en su elemento. Evitaba los golpes del niño con habilidad y respondía con precisión. Sin embargo, el niño tenía una ventaja numérica, ya que su amigo se unio al caos, tratando de agarrar a Chifuyu y desviar su atención.
Kenma, aunque inicialmente paralizado por el miedo y la incomodidad, se encontró incapaz de quedarse al margen. La visión de su hermano defendiendo su honor le dio un nuevo tipo de fuerza,se lanzó hacia el grupo de chicos, pegandoles una patada,dejando a uno en el piso mientras el otro se retorcía del dolor,Kenma tenía irá le,pegó otra patada en el estómago al otro niño.
- ¡Deténganse! - gritó el Director,
En medio del tumulto, el personal de la escuela finalmente llegó para poner fin a la pelea. Los maestros y el director se apresuraron a separar a los estudiantes y a controlar la situación. El niño que había provocado la pelea estaba visiblemente enfadado, mientras que Chifuyu, aunque todavía furioso, se veía exhausto.
✦━─━─━─「✦」─━─━─━✦El aula estaba en un silencio incómodo mientras los profesores y los padres discutían el incidente en el pasillo. Kenma y Chifuyu estaban sentados juntos en un rincón del aula, tratando de procesar lo que había sucedido. Kenma seguía sintiéndose abrumado, sus pensamientos caóticos y su corazón aún acelerado por la adrenalina del enfrentamiento. Chifuyu, aunque había recuperado un poco su compostura, mantenía una expresión de preocupación y tensión.