Juramento Eterno (Good Omens)

Prólogo - En el principio

Buenas tardes, quería decir que durante la historia pueden haber fallos de ortografía o palabras que no suenan bien o no concuerdan con la frase.

Así que pido que si se encuentra algún fallo de ortografía o algo mencionado anterior mente, me dejéis un comentario diciéndomelo, lo corrige encanuto lo vea.

Sin nada mas que decir, disfrutar la historia, amores <3

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Hacía un día estupendo. Como todos los anteriores. Habían pasado más de siete días y la lluvia todavía no se había inventado. Pero las nubes que acechan el este del Edén indicaban la primera tormenta y, menuda tormenta que iba a ser. El demonio del pecado original (como lo conocemos hoy en día), cubrió su cabeza y la del ángel que estaba a su lado con sus alas para protegerlos de las primeras gotas.

-Bueno, como decía, uno cayó con todo el equipo - comentó el ave.

-Pues a mí la verdad me parece exagerado - opinó el ángel, que se llamaba Raphael- quiero decir, no veo qué tiene de malo saber la diferencia entre el bien y el mal.

-Algo tendrá que tener -razonó el ave, que se llamaba Azazel - de lo contrario yo no hubiera tenido que formar parte.

-Ya, pero eres un demonio - razonó Raphael- lo haces por naturaleza, insisto. Nada personal, enserio, pero por eso tentaste a Eva y Adam.

-No, yo me acerqué a la manzana y Eva también se acercó, después fue ella la que convenció a Adam-Azazel comentó.

-¿Tentaste por accidente?-Raphael preguntó, algo incrédulo y sorprendido, mirando a Azazel.

-¡No pensé que Eva se sentiría tentada!-Azazel se defendió.

Mientras Azazel seguía explicando cómo "tentó" a Eva por accidente, Raphael lo miraba, sus ojos con un brillo, oyéndole, pero no escuchándolo, en su mente rondaban preguntas, que tal vez no tenían respuesta, pero había una pregunta en específico que le rondaba por la cabeza: "¿puede ser este demonio diferente?". Ósea en verdad él no quería tentar a Eva, tal vez, y solo tal vez, este demonio, todavía tenía algo de ángel después de su caída.

-Si, pero no puedes negarme que tiene teatro- Raphael mencionó cuando Azazel terminó de hablar- quiero decir, señalar al Árbol y ponerle un cartel que dice "No lo toquéis" en mayúsculas. Muy sutil, ¿verdad?, dijo, ¿Por qué no ponerlo en una montaña o en algún lugar más alejado?

-Mejor no cuestiones-Azazel contestó rápidamente, su tono era igual que antes, pero Raphael pudo percibir un poco de preocupación en él, algo que, claramente lo extraño- El plan de... bueno, de él es inefable, no se puede explicar lo inefable.

Los dos se quedaron sentados en un silencio incómodo, Raphael pensando sobre ese extraño demonio, mientras observaban las gotas caer, hiriendo a las flores tempranas.

-¿Tú no tenías una espada flameante?- Azazel preguntó, sacando a Raphael de sus pensamientos.

-Ehm...-Raphael murmuró.

-Sí que tenías una, ¿Verdad?- Azazel insistió- Ardía que daba gusto.

-Ehm, bueno...

-Era impresionante, ¿cierto?

-Bueno, sí, lo era, pero...

-Ya la has perdido, ¿verdad?

-No, no, claro que no, jamás. No la he perdido, más bien...

-¿Qué?

-Si tanto te interesa-Raphael dijo- la he regalado.

Azazel se le quedó mirando, al parecer impresionado.

-No tenía más remedio-el ángel explicó, mirando al cielo nublado, distraído- tenían frío, los pobres..., y ella ya está encinta, y con todos esos animales salvajes de allá fuera y la tormenta que se avecina pensé que, en fin, que no sería nada malo, y les dije: "hey, si volvéis , os encontrareis con discusión tremenda, pero puedes que esta espada os sirva, así que tomad, nos os molestéis en agradecerme, tan solo iros antes de que el sol se ponga".

Miro a Azazel con una sonrisa.

-Era lo mejor que podía hacer, ¿verdad?, igualmente la espada no era mía- Raphael comentó.

-Lo se...-Azazel murmuro, esperando que Raphael no lo escuchara, aunque Raphael si lo escucho, decidió no decir nada.

-¿Te imaginas que nos hubiéramos equivocado los dos?, ¿Qué yo hubiera hecho lo malo y tú lo bueno?- Raphael preguntó.

-Sería raro, ¿no crees?-Azazel preguntó, con una sonrisa.

-Sí, sería bastante raro- Raphael contestó, devolviéndole la sonrisa al demonio.

-Júrame una cosa-Azazel dijo.

-Dime.

-Júrame que nunca cometerás el mismo error que yo cometí-Azazel contestó, él no había especificado que error, pero no hizo falta, Raphael sabía de lo que él hablaba.

-Te lo juro, es un Juramento Eterno-Raphael contestó.

Sobre el Edén se cerró un negro telón plomizo. Por encima de las colinas rugían los truenos. Los animales, recién bautizados, temblaban de miedo ante la tormenta.

A lo lejos, allá en el inundado bosque, se veía oscilar entre los árboles un brillo ardiente.

La noche se presentaba oscura y tormentosa.

Así empezó la historia, empezó donde iba a acabar; En un jardín.