Yoko Apasra, una chica de 20 años agobiada por las deudas que la ahogan a ella y a su madre. Abandonadas por el resto de su familia, ambas están luchando por sobrevivir.
Faye Malisorn, una noble de 36 años y descendiente de la realeza tailandesa, h...
La voz de Love tras ella la hizo sonrojar, sobre todo por el tono que lo hizo.
Yoko realmente no era del tipo de chica que se vistiera o pensara en qué ponerse para verse bien, era más del tipo que usaba lo que tuviera a mano o fuera cómodo. Por lo que no creyó disfrutar de pasar la mayor parte del día en compañía de las hermanas Malisorn. Sin embargo, fue todo lo contrario, ellas la hicieron disfrutar de colocarse mascarillas en el rostro, mientras le daban masaje, no solo en su rostro, también en cada parte de su cuerpo, además de amena conversación y, como no, comida deliciosa y dulces traídos de la mejor pastelería de la ciudad
Pero todo fue gracias a Becky y Love quien rompieron a su manera el hielo entre todas, incluida Marissa quien no fue demasiado sutil al hacerle preguntas. Por un momento Yoko consideró la posibilidad de que las mujeres a su alrededor la juzgarían como una caza fortuna cuando dijo que no tenía padre, mas sí una madre que siempre se preocupaba por ella.
La reacción de Marissa fue de pena, de vergüenza por preguntar ese tipo de cosas y se disculpó con ella. Por su parte Ize, la hermana mayor de Faye, se sorprendió cuando se enteró de que tenía una beca al cincuenta por ciento en la facultad de derecho de Harvard gracias a sus notas.
Todas fueron muy amables, y no solo con ella también con Becky, quien se sonrojó en el instante mismo en que le preguntaron por Freen. Todas las mujeres Malisorn concordaron, junto con Yoko, que la abogada era demasiado guapa para conservarse soltera. De ahí volvieron a centrarse en Yoko y preguntas sobre la intimidad que compartía con Faye, logrando que esta se sonrojara, lo mejor fue cuando Love la salvó de morir de vergüenza y las llevó a todas a elegir sus vestidos.
—Pero yo tengo mi propio... —Yoko ni siquiera tuvo tiempo de terminar cuando Love tiró de ella y le indicó que guardara silencio y no peleara.
—No importa lo que tengas, si no es algo elegido por mí no te lo podrás...
Tanto las hermanas, como Milk quien se unió después a ellas, como invitada especial de Love, negaron con la cabeza. Era imposible que alguna de ellas saliera de ahí sin algún atuendo elegido por la pequeña Love.
Por eso, Yoko una hora después se vió al espejo con Love detrás observándola cómo si estuviera viendo a una modelo, logrando que se sintiera como la mujer más hermosa.
—Estás hermosa, como ya lo he dicho, pero es mejor que nos vayamos. Apenas tenemos tiempo para llegar, antes de que Faye pierda la paciencia y pida mi cabeza como plato principal si no estás con ella justo a las ocho de la noche —mencionó la hermana menor de Faye urgiendo a que se moviera para salir.
El corazón de la joven Yoko latió con fuerza al llegar y ver a la hermosa tailandesa que la tenía loca ahí de pie, a un costado del salón con rostro impaciente.
—¡Anda ve! —la urgió Love empujándola, en la dirección donde estaba la mayor de sus hermanas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
