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Jungkook

Cuando mi abuela nos pidió a mis hermanos y a mí que nos reuniéramos en nuestro salón formal, lo supe. No había querido admitirlo, pero sabía que mis tiempo había terminado.
Los ojos de la abuela recorren la habitación, y mientras ella estudia a mis cuatro hermanos y mi pequeño hermano doncel, yo la estudio a ella. Observo su cabello hasta los hombros perfectamente peinado, el traje azul que lleva puesto y la crueldad absoluta e intransigente en su comportamiento. Hoy no hay bondad en su mirada.

Me tenso cuando se aclara la garganta, mi estómago se hunde en el momento en que esos fríos ojos verdes se posan en mí. Sabía lo que diría incluso antes de que separara los labios, pero eso no disminuye el peso de sus palabras.

—Jungkook, la fecha de tu boda ha sido fijada— anuncia, su tono lleva una finalidad que me cuesta aceptar— la boda se llevará a cabo dentro de seis meses—

La tensión en la habitación es palpable, el aire está impregnado de derrota

— ya veo— murmuro incapaz de mantener mi voz firme.

Mi habitual máscara de indiferencia me falla esta noche, bajo la mirada, sin querer preocupar a mis hermanos innecesariamente.

Los matrimonios concertados son una tradición de los Jeon's y hace años que se llegaría ese día. De todos mis hermanos, soy el único que ha estado comprometido durante años, el único que sabe con quien me casaría por más de una década ahora. Eso nunca lo hizo más fácil. No, en todo caso, se siente como una caminata lenta hacia la horca, hasta que, por fin, mi destino está sellado.

Mi abuela comienza a hablar sobre los planes, detalles y plazos de la boda, pero me cuesta concentrarme en sus palabras. Todo en lo que puedo pensar es en Taehyung, mi prometido.

Los pensamientos sobre él siempre van acompañados de remordimiento, hoy no es diferente. Remordimiento por todo lo que le he quitado y todo lo que aún tengo que destruir. Debería haber tenido toda su vida por delante, pero en lugar de eso, arruinaré lo que queda de él.

—Jungkook— dice mi abuela, cortando la neblina. Mis ojos se abren de golpe y me doy cuenta de que la habitación se ha quedado en silencio — ¿Necesito recordarte nuestro acuerdo? Es hora de dejar de evitar a Taehyung—

Aprieto ,a mandíbula y asinto bruscamente. Taehyung y yo hemos estado comprometidos desde que éramos niños, pero me informaron de ello hasta que cumplí los dieciséis. En cuanto pude, escapé a un internado, seguido de una universidad en el extranjero. La idea de casarme con alguien diez años más joven me horrorizada, pero incluso entonces había más. Era el hecho de que era él.

Seguí corriendo, eligiendo concentrarme en la expansión global de nuestro conglomerado después de la universidad, solo para no tener que enfrentarme a él más de unas pocas veces al año. Trabajar en el extranjero me dio un poco más de tiempo, pero no fue suficiente.

Nunca será suficiente.

Mi abuela continúa hablando, pero no puedo tomar otro momento de esto. Antes de darme cuenta de lo que estoy haciendo, salgo por la puerta y estoy a medio camino de nuestra propiedad, con mis pensamientos dando vueltas. Sigo caminando, necesito el aire fresco, el frío del viento, cualquiera cosa para mantener mi mente alejada de taehyung.

Estoy tan absorto en mis pensamientos que no había sido completamente consciente de a dónde me llevaban mis pies. Mi corazón se retuerce dolorosamente cuando me detengo frente a un edificio familiar, el dolor agudo es una desviación bienvenida del entumecimiento que me había invadido cuando salí del salón. No tenía la intención de venir aquí, pero obviamente no hay forma de escapar de mi culpa esta noche.

El MATRIMONIO no DESEADO - KOOKTAE ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora