La tarde se deslizaba lentamente en el apartamento que Iván y ___ compartían. Los rayos del sol entraban a través de las ventanas, iluminando la sala con una calidez reconfortante. Iván estaba sentado en el sofá, revisando unas notas de una nueva canción, mientras ___ se paseaba nerviosamente por la habitación, tratando de encontrar las palabras adecuadas.Finalmente, tomó una profunda respiración y se acercó a él. Iván levantó la vista y sonrió al verla.
- ¿Estás bien? - preguntó, notando su nerviosismo.
Ella se sentó junto a él, tomando sus manos entre las suyas.
- Tengo algo muy importante que decirte - sus ojos brillaban con una mezcla de emoción y ansiedad.
Iván dejó a un lado sus notas, completamente enfocado en ella.
- Dime, lo que sea nena, estoy aquí para ti.
___ tragó saliva y apretó sus manos con más fuerza.
- Iván... estoy embarazada.
Por un momento, el tiempo pareció detenerse. Iván parpadeó, tratando de procesar sus palabras. Luego, una sonrisa enorme se extendió por su rostro.
- ¿En serio? ¿Vamos a tener un bebé? - sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad.
___ asintió, sus propios ojos brillando con lágrimas.
- Sí, vamos a ser padres.
Iván la abrazó con fuerza, riendo y llorando al mismo tiempo.
- No puedo creerlo. Esto es increíble. ¡Vamos a tener un bebé! - dijo, besando su frente repetidamente.
Ella se acurrucó en su pecho, sintiendo la calidez y el amor que emanaban de él.
- Estaba tan nerviosa por decírtelo, pero sabía que te alegraría.
Iván la sostuvo con ternura, su corazón latiendo con fuerza.
- Claro que me alegra, cariño. Eres todo para mí, y ahora vamos a tener una familia. No puedo esperar para conocer a nuestro pequeño.
Los meses pasaron rápidamente, y la emoción de Iván y ___ creció junto con la barriga de ella. Pasaban horas decorando la habitación del bebé, eligiendo colores suaves y juguetes adorables.
Una tarde, mientras pintaban una pared con un diseño de estrellas y lunas, Iván se detuvo y miró a ___ con una sonrisa tierna.
- ¿Te has dado cuenta de lo cerca que estamos de conocer a nuestro bebé? - preguntó, dejando el pincel a un lado y caminando hacia ella.
Ella asintió, colocando una mano sobre su vientre.
- Lo sé, cada vez que lo siento moverse, me lleno de alegría y amor.
Iván se arrodilló frente a su vientre, acariciándolo suavemente.
- Pequeño, no puedo esperar para conocerte. Tu mamá y yo ya te amamos tanto.
___ sonrió, sintiendo la conexión entre Iván y el bebé.
- Vas a ser un padre increíble, Ivi. Estoy tan feliz de compartir esto contigo.
Iván se levantó y la besó suavemente.
- Y tú serás una madre maravillosa. Te amo, cielo , más de lo que las palabras pueden expresar.
El día finalmente llegó. ___ comenzó a sentir las contracciones y supo que era hora. Iván estaba a su lado, sosteniendo su mano mientras la llevaban al hospital.
- Estoy aquí contigo, ___ . Todo va a salir bien - susurró, tratando de calmarla mientras sentía su propia adrenalina aumentar.
Las horas en la sala de parto fueron intensas. Iván nunca soltó su mano, dándole ánimos y amor en cada momento.
- Eres tan fuerte, ___ . Estoy tan orgulloso de ti - dijo, viendo el esfuerzo y la determinación en sus ojos.
Finalmente, el sonido del primer llanto del bebé llenó la sala. Iván y ___ se miraron, lágrimas de felicidad corriendo por sus rostros.
- Lo hicimos - susurró ella, agotada pero radiante de felicidad.
Iván besó su frente y luego miró al bebé, sintiendo una ola de amor y protección.
- Bienvenido al mundo, pequeño. Te amamos tanto.
Los primeros años de Ian fueron un torbellino de alegría, aprendizaje y amor. Iván y ___ se turnaban para cuidarlo, disfrutando de cada pequeño hito: su primera sonrisa, sus primeros pasos, sus primeras palabras.
Una noche, mientras acunaban a Ian para dormir, Iván miró a ___ con una sonrisa de satisfacción.
- No puedo creer lo rápido que está creciendo - dijo, acariciando suavemente la mejilla del bebé.
Ella asintió, recostándose contra él.
- Es increíble ver cómo cambia cada día. Y saber que estamos construyendo una vida juntos, con él, me hace tan feliz.
Iván la abrazó, besando su cabello.
- No podría imaginarme haciendo esto con nadie más. Te amo, ___ , y amo a nuestro pequeño Ian más de lo que las palabras pueden decir.
___ sonrió, sintiéndose completamente en paz.
- Y yo te amo a ti, Iván. Gracias por ser el mejor compañero y padre que podríamos tener.
Mientras Ian se dormía en sus brazos, Iván y ___ compartieron un momento de tranquilidad, sabiendo que su amor había creado algo hermoso y eterno.
Los meses seguían pasando y Ian se convertía en un niño curioso y juguetón. Un día, mientras jugaban en el parque, Iván miró a ___ con orgullo.
- Mira cómo corre - señaló a Ian, que perseguía una mariposa con una risa contagiosa.
___ se rió, su corazón lleno de amor.
- Es tan feliz. Me encanta ver cómo descubre el mundo.
Iván la rodeó con un brazo, acercándola más a él.
- Me encanta compartir estos momentos contigo. Tú y Ian son mi vida.
Ella lo miró, sus ojos brillando con amor.
- Y tú eres nuestra roca, Iván. Gracias por todo lo que haces por nosotros.
Iván la besó suavemente, disfrutando de la paz y felicidad que habían creado juntos.
En el tercer año, Ian comenzó a hablar más y más, llenando la casa con su voz alegre. Un día, mientras preparaban la cena juntos, Iván y ___ escucharon a Ian cantar una pequeña melodía.
- ¿Lo oyes? - Iván sonrió, asombrado por el talento innato de su hijo.
___ asintió, sintiendo una ola de emoción.
- Tiene tu talento, Iván. Es increíble.
Iván se acercó a Ian y lo levantó en brazos.
- ¿Sabes qué, campeón? Vamos a hacer música juntos, tú, mamá y yo.
Ian rió y abrazó a su padre.
- ¡Sí, papá!
___ los miró, su corazón lleno de gratitud.
- Somos tan afortunados de tenernos el uno al otro. Te amo, Iván.
Iván le sonrió, sintiéndose el hombre más afortunado del mundo.
- Y yo a ti, ___ . Siempre y para siempre.
---