El sol descendía lentamente hacia el horizonte, pintando el cielo de tonos cálidos mientras Iván y ___ caminaban por el malecón. Las olas rompían suavemente contra los pilotes, creando una melodía tranquila que acompañaba sus pasos.
- ¿Te has dado cuenta de lo hermosa que está la luz del atardecer esta noche? - Iván miró a ___ con una sonrisa suave, sus ojos reflejando el resplandor dorado del sol.
Ella asintió, admirando el paisaje junto a él.
- Cada vez que me miras con esos ojitos de miel, me pierdo en tu mirada, ___.
___ se rió, una risa que llenó el aire fresco de la tarde.
- Eres tan dulce, Ivi. Me tienes completamente hipnotizada.
Iván la abrazó con ternura, sintiendo la cercanía de su amor.
- Quiero sentir tu presencia a cada rato, ___ . Solo tú y yo, hasta el final, a la muerte.
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Más tarde, decidieron subir al mirador en lo alto de la ciudad, donde las luces de la urbe formaban un mar de destellos bajo el manto estrellado.
- Tus caricias me quitan lo estresado, ___ . Eres mi paz en medio del caos - Iván susurró, acariciando suavemente su mejilla.
___ sonrió, sintiéndose reconfortada por sus palabras.
- Y cuando me besas, siento que puedo bajarte las estrellas y de una vez también bajarte toda la luna.
Iván capturó sus labios en un beso suave, como si estuviera cumpliendo la promesa hecha bajo el cielo nocturno.
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En otro día tranquilo, decidieron pasear por el parque, entre árboles frondosos y senderos serpenteantes.
- No aguanto estar un día sin tu carita, ___ - Iván confesó mientras la rodeaba con sus brazos, inhalando su aroma dulce.
Ella se acurrucó contra él, disfrutando de la seguridad de sus abrazos.
- Quiero compartir toda una vida entera contigo, chiquitita - Iván murmuró, depositando un beso en su frente con ternura.
___ lo miró con amor, sabiendo que con él había encontrado la paz y el amor verdadero.
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En un fin de semana especial, decidieron escapar a la playa, donde las olas rompían en espuma blanca y el sol calentaba la arena dorada.
- Disfruto cada momento contigo, ___ - Iván dijo mientras caminaban descalzos por la orilla, las manos entrelazadas.
Ella asintió, sintiendo la felicidad en cada latido de su corazón.
- Sea poca cosa, solo que sea contigo. Iluminas todos mis sextos sentidos.
Iván la atrajo hacia sí, compartiendo un momento de paz y conexión profunda mientras observaban el océano infinito.
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En una noche de celebración, decidieron ir a bailar bajo las estrellas en un lugar íntimo y acogedor.
- No me importa lo de afuera, por dentro es motivo para seguir amándote siempre, mi vida - Iván murmuró mientras bailaban lentamente, sus cuerpos moviéndose al ritmo de su amor.
___ lo miró con gratitud, sintiéndose completa junto a él.
- Nunca soltaré tus lindas manitas, ___ . Todos nuestros momentos quedarán en mi alma.
Iván la besó con pasión, prometiéndole que su amor sería eterno.
